Los contrastes: entre las plantas más grandes intercala especies herbáceas de hoja perenne. Utilízalas como complemento de diseño combinando plantas con flores de diversas temporadas para tener un paisaje tupido durante todo el año. Los mejores efectos se logran jugando con los tamaños y las texturas.
El marco de referencia: las plantas de hoja perenne son aquellas que dan el marco al conjunto y permiten disfrutar del color verde durante todo el año. Algunas de ellas son el ficus, la fatsia japónica, el jazmín del cabo, etcétera.
No a la uniformidad: si deseas seguir cierta línea, lo mejor será la repetición de una planta delicada como las hiedras de hojas pequeñas y veteadas.
Los desniveles: si tus plantas poseen el mismo tamaño y altura, puedes romper la monotonía introduciendo desniveles. Para ello tendrás que usar soportes para elevar las macetas. Los encontrarás en diversas formas, tamaños y precios, aunque puedes realizar tus propios soportes con macetas vacías invertidas, pedazos de tronco, etcétera.
Las macetas: no abuses del color blanco ni del negro y mantén una línea de estilo. Los verde musgo, los ocres y los terracotas luce muy bien por su calidez y sobriedad.
El color: utiliza plantas con hojas matizadas para los lugares sombríos e incluye algunas plantas que den luminosidad por la claridad de sus hojas como la calatea. El borgoña y el rojizo también levantan, por lo que puedes optar por la estrella federal.
Las flores: para sombra y media sombra escoge alegrías, clivias, prímulas, etcétera. Ten en cuenta que las flores blancas se adaptan más a las situaciones sombrías, mientras que las rojas achican el espacio y las de color amarillo y celeste quedan muy bien con los terracotas.
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