Entenderemos por compost el abono natural, resultante de la descomposición y fermentación de restos orgánicos y materiales vegetales. Así se devuelve a la tierra los nutrientes que hemos tomado prestados para que crezcan nuestras verduras / frutas / hortalizas, etc.
Es una manera muy natural de abonar nuestros sustratos y aportar gran cantidad de nutrientes, dándoles otros usos beneficiosos a nuestros desechos, evitando y reduciendo las emisiones a la atmósfera de su tratamiento.
Primeros pasos para empezar a compostar
(Imagen/ Flickr: Lindsay.dee.bunny)
Lo primero debemos pensar que el compost no es un montón de basura, sino que es un abono que queremos que sea ecológico al igual que nuestras cosechas. Este proceso actúan varios factores, la fermentación, las altas temperatura, siempre debe estar húmedo, etc.
Hay que tener paciencia, el compost no se crea en un día, varía según la cantidad que queramos hacer, la climatología de cada lugar y lo curado que queramos que salga,( cuanto más tiempo, más "curado", más se parece a tierra), la prisa que tengamos en usarlo?.
Se considera compost lo hagamos en el campo o lo hagamos en nuestra casa, lo único que varía es los componentes que se le añaden. En casa es más fácil añadir los restos de cocina, y en el huerto es más fácil añadir estiércol o restos de podas, aunque esto también es relativo, porque si tenemos interés, ambas cosas se pueden hacer en ambos lugares.
El compost en casa
Primero buscaremos un recipiente, no muy grande y donde podamos remover de vez en cuando el compost con una pala / palo / rasera, no recomiendo con las manos, mejor cualquier utensilio.
Puestos a reciclar podemos usar desde un cubo viejo de fregona, una garrafa de 5 / 8 litros de agua, un cubo vacío de pintura, una olla vieja, o incluso una maceta. Podemos comprar un compostador, pero esto ocupa bastante más espacio y supone un gasto de dinero. El recipiente debería tener algún agujero para facilitar la ventilación, y la pérdida de líquidos durante el proceso.
Cuando elijamos el sitio debemos pensar en un lugar sombreado, ya que las altas temperaturas ayudarán a la fermentación y descomposición de los restos.
Como ya hemos dicho el compost no es un montón de basura, con lo que tenemos que tener claro que no podemos añadir al compost todo lo que fuéramos a tirar a la basura. Intentaremos añadir todo en trozos no muy grandes para ayudar a acelerar el compost.
Podemos añadir al compost:
Restos vegetales sin tratar: hojas de verdura sin cocinar, peladura de frutas, cáscaras de huevo, posos de café o desechos de infusiones.
Las hojas o tallos secos de nuestras plantas. Hojas, hierbas o césped de nuestro jardín si lo tuviéramos. Los restos de pino no son recomendables porque acidifican el compost y por tanto la tierra donde lo echemos. Es bueno mezclar restos secos y húmedos.
Cenizas del hogar o de la barbacoa, de materia natural, nunca madera tratada ni plásticos.El compost en el huerto
En el huerto tenemos más espacio que en casa, pero aún así tenemos que pensar que el proceso va a tardar meses, con lo que es aconsejable buscar un lugar donde no moleste al paso ni para ejercitar nuestras tareas.
Elegiremos un lugar con bastante sol y donde el montón de compost vaya a estar en contacto con la tierra.
Lo primero que deberíamos añadir es materia seca, para facilitar la aireación y que empiece el proceso. Como puede ser hojas secas, ramas secas de poda de árboles, la paja es muy buena también, etc.
Después empezaremos a añadir los restos vegetales del huerto, como matas que arranquemos de nuestras verduras, pimientos, tomates, calabazas, judías (las leguminosas es una siembra muy buena por su función de aportar nitrógeno a la tierra), etc.
Las hojas, hierbas, césped o restos de podas son muy buenas, exceptuando los restos de pino que acidifican el comspot y por tanto la tierra. Las malas hierbas se pueden añadir, mejor si aún no hay semillas pero es materia vegetal con lo que es bueno.
Si podemos añadiremos restos de cocina, pero no es imprescindible, ya que se entiende que podamos tener el huerto lejos del huerto, y llevar los restos de cocina al huerto puede ser sucio y engorroso.
Por último añadiremos algo de tierra y / o estiércol, removeremos y humedeceremos la mezcla resultante. Ambos cosas aportarán materia orgánica y microorganismos que faciliten el proceso de fermentación y descomposición.
Le podemos añadir ceniza, preferiblemente de quema de materia natural, no de madera tratada (palets por ejemplo) ni plásticos ni "basura" quemada.
Recomendaciones y cuidados del compost
A la pila de compost se puede ir añadiendo constantemente materia, pero es recomendable dividirlo en dos montones, para dejar que se composte uno mientras aportamos materia al otro.
Es bueno un equilibrio entre residuos ricos en nitrógenos y residuos ricos en carbono.
Los ricos en nitrógeno se descomponen rápido y dan mal olor, como pueden ser restos de cocina, estiércol poco curado o césped.
Los ricos en carbono tardan más tiempo en descomponerse pero no generan mal olor, como puede ser el serrín, papel u hojas secas.
Es mejor que los restos vegetales de plantas que añadamos, no tengan semillas formadas aún, para que luego esas semillas no nazcan donde repartamos el compost. Aún así, si el compost se fermenta bien, las altas temperaturas "quemarían" están semillas evitando que renazcan y posibles patógenos, evitando la proliferación de moscas e insectos.
El compost debe estar siempre húmedo que no encharcado, buscamos que tenga humedad para ayudar a la fermentación, ya que los microorganismos descomponedores la necesitan para vivir.
Llega a alcanzar altas temperaturas para fermentar (entre 50º y 60º), y es bueno ayudar a que las alcance, ya sea situando el montón en un lugar que reciba mucho sol, o tapándolo con un plástico para elevar la temperatura.
Es recomendable voltearlo cada quince días para airearlo y ayudar a que se mezclen los materiales y que los microorganismos descomponedores tengan oxígeno para respirar.