Al ir finalizando el verano, el jardín tiene la particularidad de experimentar una segunda primavera, gracias a su clima un tanto benigno (aunque con el cambio climático, no se puede estar seguro de nada). En este tiempo verás aparecer las rosas con fuerza renovada y las especies de floración otoñal o estivales tardías como el aster, astilbe, la poinciana o farolito que te regalarán sus últimas notas de color. También renovarán su color algunos árboles y arbustos como la adelfa y el árbol de júpiter.
Tareas para esta época
Planta especies tardías: Además de las anuales de bulbo como el tulipán, narciso o alhelí, puedes plantar especies vivaces de floración tardía como el aster o el crisantemo.
Controla el riego: Deberás suspenderlo en el caso de las bulbosas de verano que ya han terminado su ciclo. Al resto del jardín, si bien no debes interrumpirlo, hazlo en forma mas espaciada.
Abona con mantilla: Añade mantillo de hojas bien fermentado a los grupos de vivaces podadas. Esto impide las quemaduras y pudriciones. A las zinnias, tagetes, gerberas, caléndulas que siguen floreciendo, usa abono de efecto rápido.
Poda los rosales: Hazle un despunte general y a las especies vivaces, córtales las flores marchitas, para evitar que malgasten sus nutrientes en ellas.
Prepara el suelo: Debes comenzar a tratar el suelo donde vas a plantar. Una limpieza y abono profundo, mejorándolo con materia orgánica bien descompuesta y arena, será esencial.