Hardenbergia violacea o Hardenbergia violeta
La Hardenbergia violacea o Hardenbergia violeta, llamada también Guisante de coral púrpura, es un arbusto trepador procedente de Australia. Forma una gran mata con muchas ramas de tallos largos, que deben sostenerse con la ayuda de una guía. Por ambos motivos, resulta muy adecuada para cubrir pérgolas y otras estructuras. Sus hojas son de color verde oscuro brillante, de forma oval y alargada, de unos 7 a 12 cm de longitud.
Cuidados
Resulta especialmente adecuado para la zona mediterránea, ya que en general no tolera heladas fuertes ni continuadas, y la temperatura mínima que soporta es de -5º C. Sí, es cierto que nuestras mínimas en la Sierra de Madrid suelen llegar a valores muy por debajo. Pero no tenemos por qué renunciar a tener nuestra propia Hardenbergia violácea o Handerbergia violeta, ya que se cultiva bien en macetas o jardineras. Por tanto, en zonas como la nuestra con heladas fuertes, se dará bien en terrazas acristaladas y protegidas de las heladas y de los vientos fuertes. La protección debe ser aún más cuidadosa en el caso de ejemplares jóvenes, más débiles y delicados.
En zonas de temperaturas suaves, como en la zona mediterránea o incluso la atlántica, con condiciones más cercanas a su hábitat natural de inviernos suaves, puede llegar a sobrepasar los tres metros de altura. En zonas más frías, en terrazas protegidas, su cultivo en maceta y las propias temperaturas limitarán mucho su crecimiento.
A la Hardenbergia violacea o Hardenbergia violeta le gusta el sol, y es ahí donde más y mejor florece. También puede tolerar algo de semisombra, pero entonces su floración se verá reducida.
Una de las características más interesantes de la Hardenbergia violacea es que su floración aparece entre el invierno y la primavera. Sus flores son pequeñas pero muy vistosas. Surgen en racimos de unas 20 0 30 flores de color violeta, aunque existen variedades de color rosa e incluso blanco (Hardenbergia Violácea “Alba”).
Al finalizar la floración es recomendable realizar una buena poda, que puede ser de hasta dos terceras partes de la planta, para conservar su forma y prepararla para la siguiente temporada.
En cuanto al suelo, aunque no es excesivamente exigente suele preferir los ligeramente ácidos, sueltos y bien drenados. Es una buena idea aportar un fertilizante de disolución lenta al principio de la primavera.
Fotos: instagram, www.australianseed.com
Fuentes: Royal Horticultural Society, Australian Native Plants Society
The post appeared first on Flores Losan.