Por fin ha llegado el día, mañana volvemos a Bronchales a disfrutar del campo y la montaña lo que queda del mes de julio. Allí no tengo conexión a la red, en algunas zonas no hay ni cobertura de móvil, así que me centraré en desconectar y descansar a la antigua usanza: libros, pelis, paseos, buena comida y siestas laaaargas largas. Y fotografias, muchas fotografías de paisajes naturales, flores silvestres y niños haciendo el indio.
Para los ratitos relajados estos son los libros que me llevo:
El año pasado leí "Guerra y paz", una novela histórica que me embaucó desde la primera página que leí. En esta ocasión me he decantado por la narrativa de historias reales, las de algunas mujeres que vieron su vida arrastradas por la marea de la sociedad y la posición en la que nacieron.
Reinas malditas: el lado más humano
de unas mujeres que no pudieron elegir su destino
Y como voy a estar lejos de mi jardín un tiempo y no podré cuidarlo, voy a prepararme para introducir novedades la próxima temporada. He pensado incluir algunas aromáticas más en él (quizás tenga que ser en macetas) y voy a leer este libro, a ver si me empapo bien de todo lo referente a estas hierbas.
Crear un jardín de aromáticas
Pero lo que más me emociona es lo que viene después, porque en agosto volamos al otro lado del Atlántico para aterrizar en la ciudad de New York (esa que, según dicen, nunca duerme) y tras una escapada Washington, capital del tercer país más grande del mundo, pasar unos deseadísimos días en las playas de Florida con la familia.
De manera que no habrán nuevos posts hasta septiembre. Espero traer muchas imágenes divertidas y refrescantes. Quizás flores de Central Park, del Botánico de Brooklyn, autóctonas del golfo de Méjico..., me emociono solo con pensarlo.
¡Feliz verano a todos y cada uno de los que seguís el blog!