Su hábitat natural se centra entre Terranova a Ontario, pasando por Lousiana.
Este arbusto tiene una vegetación muy espectacular, y se suele cultivar en jardines precisamente por su aspecto decorativo.
Sus tallos son de color marrón rojizo, cubiertos de numerosas espinas en forma de gancho. Las hojas son compuestas, con bordes dentados y de color verde brillante durante el verano, pasando a rojo anaranjado y tonos amarillos durante el otoño.
Las flores aparecen de manera tardía, bien entrado el verano y sobre madera vieja. Las rosas se presentan de forma solitaria o en pequeños grupos.
Son flores simples, muy perfumadas, con cinco pétalos, de color rosado con un centro amarillo suave.
Estas flores dan lugar a unos escaramujos, rojos, redondos y brillantes, que como en la mayoría de rosas silvestres, se pueden comer. Tienen un alto contenido en vitamina C, y se pueden consumir en infusiones o como mermeladas.
Cuidados de la rosa Virginiana
La rosa Virginiana es un rosal silvestre, que se ha defendido perfectamente sólo durante siglos…¿Que nos dice esto? Pues que no es propenso a las enfermedades típicas del rosal, no suele ser atacado por los hongos, aunque no es totalmente inmune a la mancha negra, ni al mildiu, pero no hay nada de que preocuparse, no son enfermedades letales para la rosa de Virginia.
Es un arbusto tolerante a la sal, por lo que puede ser utilizado como seto para delimitar caminos, o como frontera en un jardín.
Es un arbusto que soporta bien estar a pleno sol, sin embargo se puede situar sin problema en semisombra.
Para que se desarrolle perfectamente, necesita un suelo arenoso y bien drenado. No soporta los suelos encharcados.
Es considerado como uno de los mejores rosales silvestres, un rosal todo terreno.