Lo bueno
Las traviesas de madera son un magnífico recurso para llevar a cabo algunos proyectos de manera sencilla, sin tener que recurrir a profesionales o meternos en obras más complejas.
Por ejemplo, construir grandes jardineras ó parterres, alcorques, delimitar pasillos ó zonas del jardín, hacer escaleras de todo. Y hay que reconocer que poder hacer todas estas cosas con un material relativamente sencillo de trabajar es una ventaja importante.
En el aspecto práctico quizá la única pega es su elevado peso, que dificulta el manejo de las piezas, que suelen ser además de tamaño considerable.
Hasta aquí todo muy bien. Un material fácil de trabajar, no especialmente barato, pero con ventajas que compensan el precio y con un aspecto final estupendo.
Las malas noticias
El problema viene cuando pasa el tiempo, y esto ocurre aunque no queramos.
En unos pocos años el aspecto majestuoso de esas enormes traviesas de madera que delimitan un precioso parterre de tu jardín, o que forman unos bonitos alcorques alrededor de tus árboles, no será más que un vago recuerdo.
En poco tiempo, el color de la madera se vuelve gris, la superficie se agrieta y lo más habitual es que las piezas se deformen, quedando con un aspecto un tanto triste. La deformación, además, suele causar grietas que son mucho más que meramente superficiales.
¿Pero las traviesas de tren no duraban toda la vida?
Tú lo has dicho: las de tren, que antiguamente eran de roble (madera compacta y pesada) y se les aplicaba un tratamiento periódico que las mantenía en perfecto estado durante décadas.
Las maderas que hoy puedes comprar con la etiqueta de “traviesas” no han pasado ni un día en una vía de tren. Vienen directamente de una fábrica donde no les han dado tiempo ni a perder la humedad antes de cortarlas, lo que provoca su posterior deformación.
Si compras un tablero o cualquier otra pieza grande de madera maciza que se haya dejado secar lentamente en condiciones óptimas te puedo garantizar que el precio que vas a pagar no tiene nada que ver con lo que cuesta una “traviesa” en almacén de materiales o tienda de bricolaje de turno.
Además, no es raro que ni siquiera sean una sola pieza, sino que algunas se fabrican encolando varios listones hasta conseguir el grosor deseado.
Y en la mayoría de los casos se trata de madera de pino, abeto, o alguna otra variedad de madera porosa, con lo que el aire y la humedad, y por lo tanto los hongos, camparán a sus anchas por su estructura interna alimentándose a placer.
Entonces basta con comprarlas tratadas, ¿no?
Pues tampoco. He dicho antes que las traviesas de tren duraban toda la vida, y es porque les aplicaban un producto que hoy en día está prohibido en la UE por ser un riesgo para la salud.
Es cierto que las traviesas que venden hoy en día también tienen un tratamiento para hacerlas más resistentes, pero no se parece ni de lejos a las de tren antíguas.
En menos de 10 años no es raro que traviesas en contacto permanente con un suelo que se riega con cierta frecuencia y por lo tanto tiene humedad esté podrida.
En la tienda tienen un aspecto inmejorable
Así es. Cuando están nuevas están perfectamente rectas y con un color muy bonito. Pasas la mano por la madera y hasta te da sensación de estar fresquita, con un tacto agradable.
Lo que no te explican es que ese tacto fresco es precisamente porque tiene muchísima humedad. El peso del agua hace que parezca una madera más densa, pero es un engaño (recuerda que la madera flota porque el agua pesa más).
No digo que lo hagan con mala fé, pero aunque sea con toda su buena intención, te están vendiendo una mezcla de pino y agua que te hace pensar que compras otra cosa. Puedes estar seguro de que en menos de un año se habrá deformado.
¿Por qué no se deforma en la tienda si las tienen al sol? Sencillamente porque en una tienda no para de entrar y salir material. Las traviesas pasan poco tiempo expuestas al sol y la intemperie (eso suponiendo que las tengan al aire libre) y no les da tiempo a empezar a a perder el buen lustre. Antes de que eso pase ya se las han vendido a alguien poco informado, como yo, sin ir más lejos.
Te entiendo, yo también he pasado por ahí
Sí. Yo también tuve la genial idea de utilizar traviesas de madera para evitar hacer obra y conseguir un resultado bonito.
Hice un murete de 40 cm de alto que hace de contención de una zona de grava en la entrada de mi casa, separándola del pasillo de entrada, que está en rampa. Además en la parte de abajo hay una enorme jardinera, como ves en las fotos.
Y como puedes ver, el aspecto de la madera deja ya mucho que desear, después de sólo 5 años.
Y aquí tienes otros ejemplos. Fíjate en el aspecto de esta separación entre dos zonas de un jardín en la sierra de Madrid. Eso y una línea recta se parecen tanto como un huevo y una castaña, y todo porque en menos de 8 años a la intemperie la madera se ha deformado y agrietado.
Y en el mismo jardín, este alcorque también hecho con traviesas está totalmente podrido, sencillamente porque la humedad y los hongos acaban con la madera como los ratones con el queso.
¿y entonces qué hago?
Si has leído el resto del blog ya sabes lo que pienso de la madera en el jardín: mejor evitarla, por lo menos cuando se trata de aplicaciones en las que vaya a estar permanentemente en contacto con la tierra, la humedad o el sol.
Para ese tipo de aplicaciones te aconsejo que te decidas por el acero corten. Este material es uno de los favoritos de arquitectos, diseñadores y artistas de todo el mundo y claramente va asociado a un ambiente de lujo.
Quizá pienses que se trata de un material muy caro, pero si tienes en cuenta que el gasto en mantenimiento va a ser de cero euros, te darás cuenta de que es sencillamente la mejor opción.
También es posible que pienses que yo soy un absoluto fan de este material porque me gano la vida vendiéndolo, y es lógico que lo pienses. Pero la verdad es que la historia es exactamente al revés. Me convertí en un fan de este material buscando soluciones para mi jardín y luego acabé dedicándome a vender productos hechos con él a personas con necesidades parecidas a las mías.
Traviesas de acero corten
¿Recuerdas el alcorque que te he enseñado antes? Mira cómo queda hecho en acero corten.
Sustituirlo fue tan sencillo como colocar las cuatro piezas y unirlas con tornillos y tuercas de inoxidable. No se tarda ni 10 minutos. Luego hay que esperar un tiempo a que el acero vaya cogiendo su color definitivo, pero no hay que hacerle nunca nada más. Puedes ver más sobre el kit aquí.
Y mira la bordura de la que te hablaba antes. Esa bordura nunca se va a deformar ni agrietar, ya que es totalmente resistente a heladas, humedad, hongos, sol a la vida a la intemperie, en definitiva.
El acero corten te permite disfrutar de un jardín decorado a tu gusto sin necesidad de dedicarle tiempo al mantenimiento.