Tras estas verjas se encuentra un enorme jardín que destaca por su exuberancia y frondosidad y que ha sido cuidado con mucho mimo. Desde la primera semilla que se plantó hasta ahora han pasado diecisiete años y tras el duro trabajo de diseño y plantación, el jardín ya se encuentra en todo su esplendor.
Para ello ha ayudado mucho el clima de la región donde se encuentra, Baviera, Alemania, donde los inviernos son frios y los veranos calurosos.
Precioso camino de gravilla para románticos paseos
Llena de arbustos, árboles, flores, y todo ello rodeado de césped, el jardín respira una
belleza esplendorosa. No se ha dejado nada al azar, cada planta sirve para delimitar zonas,
como el seto que separa la zona de comer del resto del jardín. Es un paraiso verde, un lugar
donde esperar el atardecer sin prisa, donde ver crecer las flores y llenarte de la
inmensidad de la naturaleza.
Llena de detalles preciosos, como esta fuente de cerámica cubierta de flores
Fotografía: F.Strauss/Mak Media Agency, Vía: weranda.pl