Utilidad y estética
Hay veces que los jardines requieren combinar vías útiles con otras más estéticas que adornen los terrenos cultivados. En estos casos siempre tendremos que optar por soluciones equilibradas: las líneas irregulares y sinuosas en los caminos pueden embellecer el jardín, pero siempre que las curvas que tracemos sean lo suficientemente amplias para el tránsito y permitan ver las partes más hermosas del mismo. Lo importante es que den sensación de que se ofrece al visitante un recorrido sencillo, útil y estético.Los accesos a la casa, la calle o el garaje siempre tendrán que ser rectos y directos. Para evitar que los más impacientes de la casa atraviesen el césped, ignorando los senderos trazados, intentaremos que los viales tengan sentido, que no sean demasiado largos y que tengan una anchura, como máximo, de dos metros.
Algunas ideas prácticas
Los caminos pueden realizarse de diversas maneras. Las vías principales deberán ser consistentes, así que recurriremos al hormigón o losas amplias, que definan bien la circulación a través del rincón verde de nuestra vivienda. A continuación proponemos algunas ideas para elaborar viales secundarios:Los caminos japoneses
Sin duda, estos pasos son hoy muy populares, ya que dan un toque rústico y natural al jardín. Se construyen sobre zonas sembradas con césped o cubiertas de hierba, nunca sobre arena o terreno sin tratar. Utilizaremos losas de rodeno o pizarra para definir el camino, dejando cierta separación entre unas y otras, pero evitando que sea necesario pisar el césped.
La anchura ideal de estos senderos es de 50 a 60 cm. Este tipo de viales requieren poco trabajo y resultan, a la larga, bastante económicos. Gracias a este tipo de caminos podemos hacer que nuestros visitantes conozcan los lugares más escondidos e inaccesibles del jardín. Alrededor del sendero siempre tiene que haber flores o plantas vistosas.
Los pasos japoneses se pueden hacer con materiales muy diversos. Normalmente se recurre a losetas muy lisas, ya sean de rodeno rojizo (de 5 a 10 cm. de espesor), pizarra, hormigón prefabricado y con secciones horizontales de troncos de árboles o cortezas.
Sendas de arena
Muy sencillos de construir y económicos, los caminos de arena permiten también llegar a todos los lugares del jardín. No deben ser muy anchos, pero lo suficiente para que puedan entrar dos personas que transiten en diferentes sentidos. Generalmente se elaboran con tierra batida. Son recomendables para jardines situados en zonas muy áridas, donde las precipitaciones no sean muy frecuentes, ya que si el tiempo es demasiado lluvioso se formará mucho barro.
Caminos de grava
Las sendas de guijarros, formadas por arena gruesa, son muy fáciles de cuidar. Sólo hay que aplicar herbicidas especiales en la zona para que nos evitemos la engorrosa tarea de quitar malas hierbas. Su elaboración es muy sencilla:
Se aplica una capa de grava o bien arena y grava de unos 5 cm.
Se añade encima una capa de arena más fina de 2 cm.
La primera capa tendrá que ser más gruesa si existe mucho trasiego de personas.