Por ejemplo, mucha gente desconoce la importancia de las abejas en la vida de ciertos cultivos: gran cantidad de flores y muchas variedades de frutos estarían condenadas a extinguirse si no fuera por estos insectos. Afortunadamente, el interés es recíproco, ya que las mismas plantas les suministran su alimentación diaria.
Las abejas necesitan a las flores para su 'pan de cada día': néctar y polen. Las flores necesitan a las abejas para ser polinizadas y así formar semillas y frutos. Realmente no pueden vivir unas sin las otras. Es un amor para toda la vida.
Gran variedad alimenticia
Las abejas disponen de muchísimas flores para elegir dónde recolectar el néctar y el polen. Por su parte, las flores que producen estas sustancias hacen todo lo posible con su color y su olor para atraer a estos invertebrados con alas. La competencia es, por tanto, muy grande.Cuando el entorno vital empeora, por ejemplo, a causa de la contaminación del medio ambiente, la flor produce menos alimentos, lo que acarrea consecuencias muy negativas: deja de ser interesante para la abeja, por lo que no será polinizada y, si las circunstancias no cambian, no podrá sobrevivir.
Para asegurar una buena polinización, los fruticultores alquilan enjambres de un apicultor, porque con una buena reproducción la mitad del trabajo ya está hecha.
La probabilidad de una cosecha abundante aumenta considerablemente con la presencia de un enjambre fuerte.
Pero, por supuesto, son más los factores que influyen en el resultado final, como, por ejemplo, las circunstancias climatológicas.
Otro aspecto destacable es que estos pequeños insectos proveen al mundo animal de sustento, directa e indirectamente.
Es conocido que los osos se vuelven locos por la dulce miel, pero también los pájaros se aprovechan del trabajo de las abejas.
Los frutos, bayas y semillas se forman gracias a que éstas polinizan 'accidentalmente' las flores cuando vuelan en búsqueda de alimentos.
Por supuesto, estos frutos también serán recogidos y consumidos por el hombre, pero, incluso así, sobrará bastante para los pájaros, que podrán sobrevivir durante el invierno.
De este modo se cierra perfectamente este pequeño círculo alimenticio: ya podemos apreciar que la abeja es un eslabón muy importante en el equilibro del ecosistema.
Otros animales importantes
Sin flores y, dado su papel clave en la polinización y supervivencia de las mismas, sin abejas el mundo tendría menos color.¿Pero cómo funciona exactamente este proceso? Una flor puede ser polinizada de tres modos: por el viento, por el agua o por los animales.
La gran mayoría de las plantas lo consigue gracias a los seres vivos: mamíferos, pájaros o insectos.
Entre los primeros, son sobre todo los murciélagos quienes desarrollan esta función. En cuanto a las aves, en los países tropicales y subtropicales los colibríes son importantes polinizadores.
En el apartado de los insectos, distinguimos entre escarabajos, mariposas, dípteros (dos alas) e himenópteros (cuatro alas membranosas).
Las abejas melíferas, los abejorros y las avispas pertenecen a la familia de los himenópteros: para las flores son los mejores y más importantes polinizadores.
También es posible clasificar las flores por sus polinizadores: flores de pájaros, de murciélagos y de insectos.
Cebos naturales
Las flores de insectos son, en muchas ocasiones, llamativas, y su color y olor destacan entre el resto.A veces los ejemplares más voluptuosos bordean al resto con el fin de actuar como cebo para los insectos.
También acuden a dibujos especiales en los pétalos, en forma de rayas, puntos o manchas. Esta señal se llama marca de miel.
Para volver a encontrar a su proveedor de alimentos, la abeja se acuerda del color, olor y forma, así como del contenido de azúcar en el néctar.
El vegetal segrega este delicioso manjar mediante glándulas activas, que normalmente están situadas cerca del pistilo.
A veces éstas se encuentran más bien en la superficie, como en el caso del manzano; otras veces más escondidas, como en el trébol. Cuando las flores tienen una forma abierta, las lluvias abundantes pueden arrastrar el néctar.
También suele suceder que el sol y el viento evaporan el agua del néctar, por lo que aumenta su contenido en azúcar.
Por eso las abejas visitan más el lado soleado de un peral que el otro lado del mismo árbol.
Además, hablamos de insectos muy fieles. De hecho, prefieren libar solamente una única especie floral (rosas); las más selectivas acuden únicamente a las que tienen una variedad cromática determinada (rosas blancas).
El proceso de polinización
Los granos de polen (las células reproductoras masculinas) se forman en los estambres sobresalientes de una flor.Cuando la abeja busca el néctar, se mete de lleno entre los pétalos y el polen queda pegado a su pequeño cuerpo.
En la próxima flor, la abeja deja estos granos en el pistilo (la parte femenina de la flor), en cuyo fondo se halla el ovario, que contiene los óvulos femeninos.
El polen penetra en el óvulo por el pistilo. Ahí tiene lugar la unión y la fecundación ya es un hecho.
Después, finalizado el trabajo de la flor, sus pétalos se caen y las semillas o el fruto crecen desde el ovario.
Hay tres tipos de polinización.
En primer lugar está la autopolinización, cuando el polen de una determinada flor va a parar al pistilo de esa misma flor.
En segundo lugar está la polinización vecina: entre flores de una misma planta.
En tercer lugar está la más deseada y habitual en el mundo vegetal, la polinización cruzada: cuando el polen de una flor de una variedad de plantas va a parar a una flor de otra variedad de plantas de la misma especie. En el caso de las manzanas, por ejemplo, la variedad Cox's Orange puede ser polinizada por la Golden Delicious.
- En esta página encontrarás información sobre los insectos menos beneficiosos: las plagas.