3ª PARTE
En esta tercera parte de cuidados os quiero hablar del trasplante y de los tutores, ya que es muy importante el saber hacerlo correctamente, que tipo de compost deben llevar, como ha de ser las macetas..... etc
TRASPLANTE
Al contrario que las plantas de interior los cactus y demás suculentas no necesitan ser trasplantadas más o menos cada año para conseguir lo mejor de ellas.
La idea de que pueden o deberían estar siempre en el mismo tiesto y con el mismo mantillo es también bastante equivocado. A los cactus y demás suculentas les gustan más los tiestos moderadamente más grandes que ellas. Con tiestos demasiado grandes invitan a regarlas en exceso.
Las variedades más robustas pueden trasplantarse a macetas más grandes, pero también se pueden volver a poner en la misma maceta con la tierra renovada. El cambio de maceta nunca ha de hacerse durante el letargo, que dura desde mediados hasta finales del invierno, ya que por ello se le pueden provocar numerosos problemas a la planta desde daño a las raíces hasta el pudrimiento de las mismas o del tallo. El mejor momento para trasplantar es de mediados de la primavera hasta comienzos del invierno, especialmente en los primeros meses de la estación, ya que es cuando las plantas pueden asentarse mejor y habituarse al nuevo mantillo.
Es conveniente ponerlos en tiestos de barro estos son los mejores para cactus y demás suculentas, su porosidad ayuda a que el aire circule y a que el agua se evapore con mayor facilidad, lo que da a la planta una atmósfera perfecta a su habitad. Las macetas de plástico favorecen a la falta de aire y esto puede encaminar a tener problemas en la raíz.
Lo más común es poner las plantas en una maceta con un diámetro igual a la mitad de la planta, sin contar la raíz. Los cactus y demás suculentas redondeadas deben ajustarse lo más posible a la maceta, con solo 2,5 cm libres, aconsejo para trasplantar los cactus con espinas ponerles un collar de papel (ya que la tela la podría perforar las espina) para poder manejar la planta durante el trasplante o el cambio de mantillo y siempre se deben utilizar guantes de jardinería de buen grosor.
El mantillo por lo general debe ser de buen drenaje y estar compuesto por partes iguales de tierra vegetal, turba y arena gruesa. También puedes utilizar un compost para cactus.
Al colocar la planta de nuevo en su maceta te puede ser de gran utilidad una cuchara de postre para rellenar la maceta con mantillo alrededor de la planta. Si al renovar el mantillo decides utilizar una maceta mayor, te puedes ayudar del viejo tiesto para hacer un hoyo del tamaño perfecto en el centro del nuevo mantillo y así poder alojar correctamente todo el conjunto de raíces, una vez hayas colocado la planta y rellenado la maceta, aprieta suavemente la tierra y debes dejar la planta 3 o 4 días sin riego ya que de esta manera se adaptara mejor.
TUTORES
Un tutor es la vara que se clava junto a la planta para mantenerla erguida durante su crecimiento.
Realmente la gran mayoría de cactus y demás suculentas no necesitan tutores, pero hay algunas que les puede favorecer esta técnica.
Ciertas formas de cactus altos y macizos que poseen fuertes columnas rígidas que se ven ostentosas se las debe dejar que sean autosuficientes.
Por lo contrario el epyphyllum y los selenicereus pueden aparecer a veces algo lánguidos, en este caso necesitaría de un apoyo para obtener un mejor aspecto.
Si quieres utilizar estacas deben usarse unas que no sean demasiado visibles. Nunca se debería usar alambres o cuerdas que puedan cortar o lesionar el tejido.
Antes de recurrir a tutores artificiales, es mejor podar aquellas partes con problemas con la ayuda de un cuchillo bien afilado.
Pero este cacho que cortas no lo tires ya que se puede utilizar para realizar injertos (este tema ya lo abarcaremos más adelante).
También se pueden podar plantas como las hoyas para renovar un crecimiento equilibrado y más compacto. Y por último también puedes utilizar una técnica más para redirigir la planta cuando se cultivan variedades altas en invernadero. Mejor que poner tutores es atar una cuerda a la zona más alta del cactus y atar el otro extremo al techo.