El Árbol de la Abundancia o Árbol japonés, Portulacaria afra
Portulacaria afra es una planta suculenta muy utilizada como planta ornamental por coleccionistas de todo el mundo. Esta especie se caracteriza por ser un pequeño arbusto que en tierra firme puede alcanzar más de 4 metros de altura. Su tronco se caracteriza por ser leñoso con el paso del tiempo, es decir, el tronco joven es frágil y verdoso que con el tiempo se engrosará hasta convertirse en leñoso (coloración rojiza o marrón). Los tallos tienden a ramificarse con facilidad, logrando cubrir grandes áreas con el tiempo. En el tronco se observan muy conspicuos los nudos del tallo de los cuales brotan dos hojas por cada uno.
Árbol de la Abundancia en maceta plástica, Portulacaria afra
Las hojas son carnosas; muy llamativas y numerosas. Por cada nudo del tronco de esta planta aparecerán 2 hojas a cada lado. Estas son pequeñas y redondeadas en la base con el ápice más plano (se pueden encontrar hojas casi redondas, acorazonadas y otras más ovaladas). Tienen un color verde claro que con el tallo marrón hacen un bonito contraste.
Las flores en esta especie aparecen fundamentalmente a mediados de primavera y termina a finales del verano. Estas se producen a partir de inflorescencias racimosas que surgen de las regiones terminales de los tallos y pueden albergar más de 5 flores. Las flores son estrelladas con colores que van desde el rosa hasta el blanco. En jardines o macetas es poco común que esta planta florezca; debemos utilizar sustancias que induzcan la floración generalmente. La floración en esta especie se ha observado fundamentalmente en plantas silvestres o bonsáis.
Distribución geográfica del Árbol de la Abundancia o Árbol japonés, Portulacaria afra
Esta especie es originaria del continente africano, pero se ha distribuido fundamentalmente hacia las regiones tropicales del mundo por su valor ornamental.
Otros Nombres comunes
Árbol del dinero, planta Moneditas, monedas, planta de la Riqueza eterna, planta elefante, entre otros.
Consejos para el cultivo del Árbol de la Abundancia, Portulacaria afra
Esta especie es muy famosa por ser extremadamente resistente a períodos de seca prolongada. Es una planta capaz de tolerar muy bien la escasez de agua. Es muy fácil de cultivar si la sembramos en climas cálidos (trópicos). Aun así, debemos tener en cuenta algunos aspectos muy importantes para que nuestro Árbol de la Abundancia crezca saludable.
Detalles de las hojas del Árbol de la Abundancia, Portulacaria afra
Iluminación: Esta especie puede cultivarse en exteriores e interiores sin problemas. Necesitan buena iluminación para su desarrollo. No ubicarla a pleno sol en verano porque sus hojas se quemarán. En exteriores debe cultivarse bajo luz solar filtrada por sombra natural o mallas; en invierno si podemos ubicarla a pleno sol.
Temperatura: Este es el factor más delicado para esta especie porque no tolera en lo absoluto temperaturas inferiores a los 10°C. Temperaturas bajas provocarán la caída del follaje o muerte de la planta. Debe crecer preferiblemente a temperaturas superiores a los 20°C.
Sustrato: Es muy tolerante a casi cualquier sustrato pero con una característica esencial: debe tener un drenaje perfecto. Para mejorar el drenaje debemos mezclar tierra con arena gruesa y piedras pequeñas.
Frecuencia de riego: El riego debe ser de moderado-escaso casi todo el año (1 vez cada 15-30 días) excepto en verano que debemos regarlo de 1 vez cada 15 días a una vez por semana en dependencia del calor. En invierno regar siempre una vez cada mes.
Vasijas: Crece muy bien en macetas. Las más recomendadas son las de barro cocido sin pintura externa para que el agua se evapore con rapidez. También crece muy bien en macetas plásticas que contengan numeroso agujeros de drenaje.
Tallo muy ramificado del Árbol de la Abundancia, Portulacaria afra
Abono: No es recomendable abonar con frecuencia esta planta; no lo necesita. Lo óptimo sería abonar con fertilizantes para crasas en muy bajas concentraciones cada dos meses. El mejor abono se logra al replantar la planta cada 2-3 años.
Estética: Muchos amantes de los bonsáis utilizan esta planta para formarlos con el tiempo. Esto se logra mediante la poda de fragmentos del tallo (siempre cortar sobre los nudos) y raíces. Para obtener un Árbol de la Abundancia más frondoso debemos cortar con frecuencia los tallos para que se ramifiquen.
Multiplicación: Es muy fácil y la debemos realizar fundamentalmente en verano. Se deben recortar tallos con más de tres nudos y dejarlos secar por 3 días. Sembrarlos en recipientes con sustrato húmedo bajo iluminación moderada; entre 1 y 2 semanas los esquejes tendrán raíces y lograrás plantas nuevas.
Plagas y enfermedades: Las plagas más comunes son los áfidos y cochinillas que debemos controlar manualmente o con insecticidas. La pudrición de las raíces y caídas de las hojas pueden deberse a excesos de riego y encharcamiento del sustrato. Manchas en las hojas y posterior caída pueden estar provocadas por exceso de luz solar directa. Hojas algo arrugadas es síntoma de
falta de agua.
Creencias respecto a esta planta
Las personas que cultivan esta planta creen que mejora su situación económica y evita la escasez de dinero en los bolsillos de los dueños.
Otras suculentas que deberían conocer
La suculenta siempre florecida,el Rocío. Aptenia cordifolia
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