Procede de Europa meridional y se caracteriza por su gran porte, su floración intensa y su rápido crecimiento.
Presenta hojas ovaladas, opuestas y brillantes con flores rojas que desprenden un aroma muy peculiar, sobre todo de noche. Posee frutos ovalados y con forma de bayas rojas cuando maduran.
Necesita estar ubicada en zonas donde haya sombra o semisombra, para que sus hojas no se sequen o se tornen amarillas.
En cuanto a las temperaturas, resiste muy bien las heladas, incluso mejor que el calor abundante.
La época ideal para plantarlas es entre septiembre y mayo en un terreno arcilloso compuesto con turba y arena de río, cuyo suelo debe estar bien drenado.
Con regarla una vez por semana es suficiente, pero en la época de floración y en verano es necesario regarla dos veces para evitar que se deteriore.
Este tipo de planta debe situarse en zonas por las que pueda trepar, es muy utilizada para cubrir pérgolas, muros y verjas.
Es conveniente hacer una poda de formación cuando se produzca la floración, para evitar que se perjudique la planta.
El abonado que debemos emlpear debe ser rico en fósforo y potasio y las plagas que pueden afectar a esta planta son: los pulgones y las orugas, de modo que para eliminarlos utilizaremos insecticidas o fungicidas especiales.
La madreselva tiene diferentes propiedades medicinales, son básicamente antisépticas y antiinflamatorias.
Por lo tanto, son buenas para la tos común, el asma, el resfriado, la bronquitis y los problemas de riñón.
Sin embargo, su fruto contiene un alto contenido tóxico que puede perjudicar gravemente al aparato digestivo, por lo tanto, debemos tener precaución con su ingesta.
¡Qué olor tan agradable emite! ¿Seguirás los consejos y trucos que te presento?
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