Es precisamente el momento en el que dejan ver sus primeros pétalos lo que nos permite clasificar estas plantas. Los bulbos de primavera son los que se plantan en dicha estación y es durante el verano cuando florecen, aunque algunos de ellos esperan hasta los primeros días del otoño.
Estas plantas son, en general, muy duraderas. Crecen con facilidad y su cuidado no entraña dificultades. Con sólo un poco de esfuerzo y cuidado puedes alegrar tu jardín gracias a la gran gama cromática que ofrecen sus flores.
Las protagonistas del jardín
Entre los bulbos más destacados que veremos florecer estos días en los jardines encontramos la amarilis, el agapanto, la begonia, la dalia, el gladiolo, la peonía, la rosa de Jericó, la tigridia o los lirios. Cada uno de ellos posee características propias que los hace únicos a la hora de su desarrollo y su cuidado.La amarilis procede de América Central o del Sur y del Caribe. Se trata de un bulbo de gran tamaño que puede llegar a alcanzar los 15 cm. de diámetro. Una vez que florece, su altura puede llegar a ser de 50 cm. La reconoceremos por sus hojas largas y acintadas, y por unas flores grandes y vistosas de diversos colores: rojo, rosa, rojo y blanco o blanco.Puede plantarse en macetas, pero siempre cuidándonos de no exponerla directamente al sol ya que es una planta de semisombra.
El agapanto es un bulbo que procede de Sudáfrica. La altura que llega a desarrollar es de unos 80 cm. a 1 m., aproximadamente. Sus hojas lineares de unos 30 cm. poseen un característico color verde intenso. Al igual que la amarilis, florece en zonas de semisombra aunque también podemos dejarlo crecer al sol. Es muy resistente a las plagas, excepto a la de los caracoles.
La begonia destaca por sus vistosos colores, una amplia gama en la que predominan el rojo, el rosa, el amarillo, el crema, el blanco y los jaspeados. Es común verla en los patios típicos españoles porque se trata de una flor colgante que resalta mucho sobre el blanco de las paredes de las casas. Esta flor prefiere emplazamientos de sombra en las horas de mayor calor.
La dalia se caracteriza por la gran variedad de formas que es capaz de mostrar, desde el pompón, redondo y con celdillas hasta la dalia cactus, con pétalos gruesos y filamentosos. Sus flores se clasifican atendiendo a su forma: flor de anémona, flor de bola, de pompón, de cactus, flor de collar, decorativas, flores liliput, semicactus, flor sencilla y nenúfar. De nuevo, encontramos una gran gama cromática que va de los rojos a los jaspeados.
El gladiolo es la bulbosa que más ventas acumula a lo largo del año. Por todos conocido, el gladiolo es un largo vástago floral sobre el cual aparecen numerosas corolas acampanadas. Llega a alcanzar los 1,50 m. de altura y entre sus colores encontramos el blanco, el rosa, el rojo, el amarillo, el malva, el naranja, el marrón y el verde.
?Cómo sembrarlos?
El proceso para plantar los bulbos es muy sencillo. En primer lugar debemos buscar la zona de nuestro jardín que mejor se adapte a las condiciones de crecimiento que precisa el ejemplar. En general, es necesario buscar un área que drene bien para que no se acumule el agua y se encharque. Además, la mayoría de las especies necesitan espacios donde no dé el sol de lleno, por ello, optaremos por una zona ligeramente sombreada.Antes de comenzar a cultivar los bulbos debemos tener en cuenta el tamaño de los mismos, ya que las bulbosas más grandes se plantarán a mayor profundidad que aquellas de menor diámetro. La profundidad que puede alcanzar es, como máximo, el doble de su tamaño.
Una vez lo tengamos todo preparado estamos listos para comenzar a sembrar las bulbosas. Los pasos que debemos seguir son los siguientes:
Una vez lo tengamos todo preparado estamos listos para comenzar a sembrar las bulbosas. Los pasos que debemos seguir son los siguientes:
Limpiar el terreno.Cavar y mullir el suelo.Rastrillarlo para nivelarlo.Repartir los bulbos en el terreno, teniendo en cuenta las indicaciones de los envases sobre distancia y profundidad.Realizar pequeños hoyos individuales e introducir los bulbos.Pulverizar con agua.Tapar con una capa de sustrato de 2 ó 3 cm.
!Cuidado con las plagas y las enfermedades!
Es importante saber detectar las posibles plagas y enfermedades a tiempo. Una buena forma de detectar qué le ocurre a tus plantas es confeccionar una lista con los males más comunes para ir descartando los síntomas que no se presentan en tu flor enferma.El alacrán cebollero o grillo topo es un insecto que vive bajo el suelo. Ataca las raíces, las bulbosas y los tubérculos. Para combatirlo se utilizan cebos envenenados.
La araña roja es un pequeño arácnido de color amarillo, rojo o verde que ataca a las hojas mediante la succión de su jugo. Para combatirla se deben pulverizar las plantas con productos específicos. !Extrema los cuidados en épocas de sequía y calor!
La primavera es una época muy propicia para que se presenten babosas y caracoles. Para acabar con ellos utilizaremos cebos o repelentes.
Tendremos, también, cuidado con los pulgones. Estos pequeños insectos de color verde o negro viven en el envés de las hojas y provocan la desecación de los brotes florales. Aparecen con mayor frecuencia en verano y primavera. Los productos fosforados, y en especial los sistémicos, son los mejores para eliminarlos.
El cuidado de las plantas es esencial si queremos evitar enfermedades que puedan acabar con ellas. Así, es importante que renovemos los bulbos cada dos o tres años, ya que en sus reservas se pueden albergar virus y bacterias. Esto no sólo perjudicaría a estas plantas, sino que podría extenderse por todo nuestro jardín.
Los hongos producen enfermedades muy dañinas. Suelen aparecer en tiempos húmedos y de gran calor, por lo tanto es necesario proporcionar a las plantas ventilación e iluminación suficiente y evitar que permanezcan húmedas mucho tiempo, así conseguiremos evitarlos. En el caso de que aparezcan, debemos eliminar las hojas enfermas y tratar las plantas con fungicidas adecuados
Fuentes de información: El buen jardinero, Consulta Plantas, InfoJardin.com