Los cítricos son un gran atractivo para la mayoría de jardines y patios de la zona mediterránea. Además de su magnífico aspecto ornamental, también desprenden un magnífico aroma a azahar en plena floración y, posteriormente, podremos aprovechar sus frutos.
Si no dispone de un terreno donde plantar, existe la posibilidad de cultivar el mandarino en maceta. Para ello, en este artículo te contamos las principales claves para mantener este árbol en perfectas condiciones.
Cuidados del mandarino en maceta
Vamos a conocer cuáles son las principales claves para cultivar un mandarino en maceta.Ubicación
Los cítricos como el mandarino exigen una climatología parecida a la del mediterráneo, con inviernos suaves y veranos calurosos.Extrapolando esta información a un mandarino cultivado en maceta, elegiremos la zona con mayor iluminación posible, incluso con algunas horas de Sol directo durante el día.
Temperaturas medias y constantes son perfectas para conseguir una buena brotación e incluso producir frutos. No importa si recibe algunas corrientes de aire, ya que es una planta resistente.
Mejor sustrato para nuestro mandarino
La elección del sustrato es un punto importante para muchas plantas, pero no especialmente para los cítricos, cuya rusticidad permite adaptarse a todo tipos de tierra.El sustrato universal es una buena alternativa ya que aporta nutrientes, es ligeramente ácido para mantener desbloqueados los nutrientes y ofrece un buen drenaje del agua sobrante.
Tampoco necesitarás colocar en la base una capa de gravilla o canto rodado. Solo el sustrato universal es suficiente.
Si quieres mejorar aun más el sustrato de tu mandarino en maceta, puedes incorporar una pequeña cantidad (20% aproximadamente) con humus de lombriz. Aumenta la concentración de materia orgánica en el sustrato y aporta un extra de nutrientes (especialmente microelementos) indispensables para tu mandarino.
Cómo regar tu mandarino en maceta
Una de las claves más importantes para cuidar un mandarino en maceta es el planteamiento del riego, ya que podemos correr el riesgo de quedarnos cortos o, peor aun, pasarnos y pudrir las raíces.Los cítricos como el mandarino son exigentes en agua, pero al ser cultivado en recipientes, cambia un poco el planteamiento.
Una planificación de riego aproximada para un mandarino cultivado en maceta sería el siguiente.
Riego en primavera y verano: 2 a 3 veces por semana.
Riego en otoño e invierno: 1 vez por semana. ¿Qué cantidad de agua por riego?
Recomendamos aplicar siempre la misma cantidad, jugando con la frecuencia comentada anteriormente. En general, aplicaremos una cantidad de 1/5 parte del volumen de la maceta.
Por ejemplo, si nuestro mandarino está plantado en una maceta de 5 litros de agua, aplicaremos 1 litro de agua. Como truco, tenemos que notar que algo de agua, alrededor de un 5-10% drena por los agujeros de la base. Esto también ayudará a eliminar sales acumuladas y a mantener el sustrato en mejores condiciones.
Aplicación de fertilizantes
El mandarino consume una alta cantidad de nutrientes, aunque mucho menos que uno plantado en el jardín. Al estar contenido en un sustrato con un volumen limitante, es más dependiente de la reposición de elementos como nitrógeno, fósforo, potasio y otros, incluido micronutrientes.Eliges tú qué tipo de fertilizante elegir, si líquidos o sólidos granulados.
Fertilizantes líquidos
Los fertilizantes líquidos requieren de mayor continuidad en el aporte, pero como se aplican mezclados con agua, la asimilación es rapidísima.Fertilizantes sólidos
Son más cómodos de aplicar, especialmente para árboles en macetas, pero controlas menos la nutrición y su liberación en el sustrato.Para el mandarino en maceta, recomendamos la siguiente composición, ya que es muy equilibrado y aporta también microelementos.
Recuerda que el mandarino, como el resto de cítricos, son muy exigentes en hierro, zinc y manganeso.
Aplicaremos 1 vez cada 20 días en cantidades moderadas, bien dispersado por toda la maceta, sin necesidad de enterrar las bolitas. La dosis habitual es de 30-50 gramos por mandarino en maceta.
Posibles plagas y enfermedades
Un mandarino cultivado en maceta se controla mucho mejor que uno plantado en el jardín, pero eso no quiere decir que no pueda sufrir el ataque de alguna plaga o alguna enfermedad (hongos y bacterias).Vamos a analizar cada situación concreta.
Plagas: en las hojas pueden aparecer cochinillas acanaladas o piojo rojo de California. En los brotes nuevos, pulgones. Todos ellos se eliminan con facilidad aplicando un paño empapado en alcohol. Los pulgones, utilizando jabón potásico o pulverizando agua con jabón de platos.
Enfermedades: las enfermedades aéreas como antracnosis o alternaria son mucho más raras cuando cuidamos en interior o en maceta nuestro mandarino. Sin embargo, un exceso de riego (algo muy frecuente en este sistema de cultivo) genera podredumbre de raíz conocida como gomosis de los cítricos (Phytophthora). Este problema tiene solución complicada ya que hay que recurrir a fitosanitarios de uso profesional.
El fungicida más efectivo contra esta enfermedad es la materia activa conocida como Fosetil-Al
Consulta las enfermedades del limonero ya que son muy parecidas a las de los mandarinos y otros cítricos.
Adaptar la maceta al tamaño del árbol
Un árbol como el mandarino, cultivado en maceta, nunca se va a desarrollar tan grande como si lo cultivamos en el suelo de nuestro jardín.Sin embargo, también nos puede interesar mantener controlado su desarrollo para evitar tener que cambiar constantemente el recipiente de la maceta.
De forma general, para un mandarino con una altura de 1 metro, debemos buscar una maceta con un diámetro mínimo de 50 cm, y 60 cm para mandarinos de entre 1,5 metros.
Esto te permitirá poder tener tu mandarino en maceta incluso en el interior de tu casa, con acceso a mucha luz e incluso Sol directo.