Cómo cultivar Cyclamen persicum en macetas

Cyclamen persicum ofrece el mismo follaje llamativo y una espectacular floración en con forma de corazón parecido al de otras especies de ciclamen habitualmente cultivadas, pero con la salvedad que su tamaño es notablemente menor.

Esta planta herbácea característica presenta flores de varios colores, donde destaca el rosa, rojo y blanco, llamativos colores que se complementan muy bien con el verde oscuro de sus hojas. Como curiosidad, es una planta que emite flores en invierno, cuando la mayoría de plantas de su tipo no lo hacen, algo que convierte a Cyclamen persicum en una planta de interior muy interesante para cultivar en casa.

Eso sí, debes de tener en cuenta que Cyclamen persicum resulta tóxico si se ingiere tanto para mascotas (gatos, perros y caballos) como para humanos.

 

Cuidados principales de Cyclamen persicum

Aunque puede parecer que esta planta llega a su fin cuando aparece el verano, Cyclamen persium es una especie perenne y vuelve a brotar cada año. Cuando suben las temperaturas, la planta entra en letargo y vuelve a emerger cuando entra el otoño.

Es habitual su cultivo como planta de interior, en macetas, pudiéndola tener tanto en casa como en balcones y terrazas. Para disponer una floración espectacular, requiere temperaturas frescas como las habituales de invierno, pero lógicamente sin heladas.

Son bastante sensibles a la humedad y tienden a pudrirse si el sustrato (pero no el ambiente) está excesivamente húmedo. Cyclamen persium convive mejor en zonas bien iluminadas y buena ventilación.

 

Iluminación

Como planta de interior, Cyclamen persium necesita luz indirecta, por lo que si la ubicamos cercana a una ventana orientada al norte o este es una posición ideal. Si se planta al aire libre en nuestro jardín, situación de semi sombra es lo ideal, nunca Sol directo.

En este caso, lo mejor es ubicarla debajo de la sombra de un árbol o arbusto, resguardada del viento.

 

Temperatura y humedad

Cyclamen persium prefiere los climas frescos y húmedos. No toleran muy bien las altas temperaturas de los meses de primavera y verano, ya que activan su mecanismo de entrada en latencia. Tampoco les viene bien el viento fuerte y las corrientes de aire.

 

Tipo de sustrato para Cyclamen persicum

Aprecian el suelo con buen drenaje. De hecho, un exceso de humedad (demasiado riego en macetas o mucha lluvia) generalmente pudre sus raíces y marchita la planta en poco tiempo.

Un sustrato fértil beneficia su floración, por lo que recomendamos mezclar el sustrato universal con fuentes de nutrientes como humus de lombriz o compost. Si añadimos una parte de arena, perlita o vermiculita, para mejorar el drenaje, mejor que mejor.

En cualquier caso, si regamos con moderación y no encharcamos la maceta, el sustrato universal como única fuente de sostén es suficiente para esta variedad de ciclamen.


Fuente: thecolvinco

Necesidades de agua

Tal y como hemos comentado anteriormente, el principal problema de Cyclamen persium es el exceso de humedad en el sustrato. Los riegos deben ser moderados, por lo que el estado ideal es mantener una humedad ligera de forma constante.

Un truco muy sencillo pero que muy poca gente pone en práctica es comprobar la humedad antes de cada riego, simplemente palpando con la yema de los dedos, especialmente a 2 o 3 cm de profundidad. Si hay un poco de humedad, retrasaremos el riego para el siguiente día.

De forma general, un ciclamen cultivado en casa se riega 1 vez por semana, aunque habrá que estudiar los condicionantes de cada hogar (temperatura, humedad y corrientes de aire).

 

Uso de fertilizantes

La mayoría de plantas de interior, como Cyclamen persium, responden muy bien a la fertilización, especialmente en el periodo de mayor brotación o, como es el caso, durante su floración.

Recomendamos usar tanto fertilizante líquido como granulado, aplicando 1 vez por semana (líquido) o 1 vez cada 15-20 días (granulado), siempre a baja dosificación.

Para los fertilizantes líquidos, recomendamos aplicar 1 ml/L de agua de riego, y los abonos granulados, de 10 a 20 gramos por maceta.

 

Guía de propagación

La propagación de Cyclamen persium se puede realizar por división de tubérculos, en otoño. Sin embargo, tienes que saber que la propagación de este ciclamen de pequeño tamaño puede llegar a ser todo un desafío, ya que los tubérculos cortados tienden a pudrirse.

Por ello, se necesita ser paciente y persistente. Para realizar esta operación, necesitarás un cuchillo afilados, una maceta acorde al tamaño de la planta y un sustrato que tenga un magnífico drenaje.

Desenterrar el tubérculo de ciclamen con cuidado.

Con un cuchillo afilado y esterilizado, cortamos el tubérculo en dos partes iguales.

Con el tubérculo dividido, plantamos cada pieza en su respectiva maceta, enterrándola a una profundidad de aproximadamente 5 cm.

Podemos utilizar una mezcla de sustrato universal, fibra de coco (o cualquier otro material con buen drenaje) y humus de lombriz.

Regamos con un poco de agua alrededor del tubérculo y cada vez que notemos el sustrato seco.

Cómo estimular la floración de Cyclamen persicum

Los ciclamen son famosos por la particular forma de su flor y su aroma. Estas hermosas flores aparecen anualmente durante los meses de invierno, cuando la mayoría de las otras flores desaparecen por el frío.

Para estimular la floración de esta planta, aportaremos fertilizante a baja dosis antes de la salida de la flor y ubicaremos la planta en una zona con buena disposición lumínica.

Reducir el riego en este periodo también estimula la salida de la flor, al causar un pequeño estrés controlado que favorece este proceso.

El uso de bioestimulantes también favorece la producción de mayor número de flores y corrige problemas puntuales relacionados con el estrés. Para estimular la floración de ciclamen puedes utilizar aminoácidos o algas marinas (Ascophyllum nodosum)

 

Problemas habituales de Cyclamen persicum y soluciones

Hojas caídas

Cuando los tallos y las hojas de Cyclamen persicum pierden turgencia, es señal de que estamos regando demasiado. El sustrato encharcado causa.

Las hojas caídas son a menudo un indicador de riego excesivo, lo que puede provocar la pudrición. Si esto ocurre, reduzca el riego hasta que la tierra esté seca. Mueva el ciclamen a una zona con buena aireación para reducir progresivamente la humedad acumulada.  

 

Hojas amarillas

Esta situación puede ocurrir por 2 situaciones totalmente diferentes y contrarias:

Exceso de Sol: la alta incidencia de los rayos solares reduce la coloración de la planta y la vuelve amarilla, presentando en algunos casos manchas por quemaduras solares. Debemos ubicar nuestra planta en una zona con buena iluminación pero sin Sol directo.

Falta de luz: un ciclamen sin luz perderá lentamente la clorofila de sus hojas y su follaje se volverá amarillo. Debes ubicar nuestra planta en una zona con mayor iluminación.

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