El riego es un elemento fundamental en el huerto. Si pasan varios días sin llover los cultivos se pueden ir al traste, por lo que mantener una frecuencia en los riegos que ayude a mantener la humedad en la tierra es vital. Además un sistema optimizado de riego puede ayudar a reducir los desperdicios de agua, lo que puede suponer un ahorro considerable a largo plazo. Este ahorro de agua no sólo será bueno para la economía particular, también para la de la comunidad y para el ecosistema.
Si tu huerto es en tierra firme aguantará algún día sin regar. De hecho no recomiendan regar todos los días y sí hacerlo cada dos o tres días más profundamente. Así las raíces de las plantas crecerán más hacia abajo y menos superficialmente. Pero cuando hablamos de una terraza, en la que las plantas están en una maceta, un día de sol sin regar puede suponer una muerte asegurada.
El problema es que regar diariamente no siempre es tan fácil. Basta con ausentarse un fin de semana para ver que todos los esfuerzos que has hecho hasta ahora han sido en balde, sobretodo cuando tienes macetas pequeñas. Las macetas grandes, además de proporcionar más sustrato a las plantas para que crezcan, ayudan a que la tierra no se seque tan fácilmente, lo que se traduce en una mayor autonomía.
Por ello un sistema de riego por goteo es ideal. Gasta poca agua y lo podemos programar de tal modo que riegue cada cierto tiempo.
¿Cómo se hace un sistema de riego?
Para montar un sistema de riego por goteo hay muchas maneras. Hay quien prefiere usar sólo microtubo (un tubo muy pequeñito) e ir empalmando, o en macetas largas usar tubo de 16mm (un tubo un poco más grande) con gotero incorporado. Supongo que cada una tiene sus ventajas. Yo personalmente me quedo con la opción de hacer una tirada de tubería de 16mm (la ancha que se ve en el vídeo) y de ahí sacar microtubo o goteros directamente. Las ventajas de este sistema son que es más configurable, además de que si se atasca un gotero -algo bastante común- lo puedes cambiar.
Material utilizado (en mi caso y por orden desde el grifo al final)
-Bifurcación de grifo
-Programador de riego
-Adaptador de rosca del grifo (rosca de 3/4") a tubo de 16mm
-Tubo de riego de 16mm sin goteros incorporados
-"Codos" y tapones para tubo de 16mm
-Empalme de microtubo (para insertar en el tubo de 16mm)
-Microtubo de riego
-Goteros "en línea" y goteros normales.
Montaje
El primer paso a la hora de montar tu sistema de riego es pensar. Sí, eso que no hacemos tan a menudo. Hay que ver por dónde hacer la tirada para que no moleste, para ahorrar metros... esas cosas. ¡Y ver exactamente lo que quieres! Para comprar a conciencia.
Una vez has pensado, el segundo paso será colocar en el grifo de donde saques el agua, si prevés que lo vas a necesitar para la manguera o otras cosas, un bifurcador. Da igual si es de un depósito o si es de la traída. Después de este paso ya toca colocar el programador de riego.
ATENCIÓN: Hay programadores de riego que necesitan de una cierta presión de agua para trabajar. Si lo vas a colocar en un depósito asegúrate de que dicho programador trabaja sin presión.
Una vez hecho lo anterior, el tercer paso es empezar ya con el tubo. Para empalmar el tubo (en este caso yo usé el de 16mm) hay unos adaptadores que van de la rosca habitual de las mangueras a los diferentes diámetros de tubo. En el vídeo yo usé uno que vale tanto para tubo de 16mm, como para tubo de 12mm. Compré este porque en la tienda no les quedaba el que sólo vale para 16mm. Una vez puesto este adaptador se coloca ya directamente el tubo y se va uniendo con las "eles" del diámetro correspondiente (recordemos que en mi caso es 16mm) para hacer el recorrido deseado. En caso de que quieras una bifurcación existen las "tes".
En mi caso hice un recorrido de un lado a otro de la terraza por el suelo hasta llegar a la última maceta que quería regar, pasando por un lateral para que no molestara. El tubo de 16mm lo hay en negro o en marrón. Yo escogí el marrón porque es más estético en la terraza. Ambos son igual de válidos. Cuando llegues al final de la tubería le pones un tapón (hay quien lo dobla, yo prefiero la opción del tapón).
El cuarto paso es sacar del tubo de 16mm -que en mi caso no lleva gotero incorporado- el microtubo. Para ello hay que perforar el tubo de 16mm en la parte deseada. Una vez hecho esto y habiéndole añadido al inicio del microtubo una unión de microtubos, introduce dicha unión en el agujero.
Lo siguiente, el quinto paso, será añadir al microtubo los goteros que veas necesarios. Hay goteros que se pueden colocar en medio del microtubo y otros para el final. También muchos de estos microtubos se pueden colocar directamente en el tubo de 16mm.
En mi caso yo saco para cada maceta uno o varios microtubos -según vea en cada caso- con la cantidad de goteros que desee. Hay quien hace una especie de grupos de macetas y utiliza un microtubo para cada grupo de macetas. Esto se puede hacer porque también hay empalmes, "eles", "tes" e incluso "equis" para el microtubo.
Para mis macetas, que son de 40l, hice que el microtubo diera una especie de vuelta o de círculo dentro de la maceta. Así me aseguro de que el riego sea más uniforme que si sólo coloco un gotero en el centro. Para ello usé dos goteros "en línea" y uno normal por cada tirada de microtubo. El gotero "en línea" te permite conectarlo al microtubo y que del gotero salga otro microtubo. De esta manera puedes hacer una tirada de microtubo con goteros intermedios.
En caso de que te equivoques y hagas un agujero en el tubo de 16mm que no querías, no te preocupes, hay tapones para cerrar dichos agujeros.
¡Y eso es todo! Es un poco rollo de explicar, ¡pero es muy sencillo de hacer! Quizás te líes un poquito al principio, pero ánimo, que cuando empieces todo saldrá rodado. Por supuesto que cualquier duda que tengas puedes dejarla en los comentarios y trataré de ayudarte en lo que pueda.
Artículos anteriores: Construyendo el riego: Un goteo sin toma de agua