Situad los cepellones cerca de las paredes de la casa, con una distancia de unos 20 o 25 centímetros, e introducidlos en unos surcos u hoyos que hagáis al pie de la fachada. La tierra deberéis mezclarla, cogiendo de la que ya había en la maceta, de la cual habéis extraído el cepellón, y de turba que consigáis.
Podad la planta según las zonas donde no queráis que se expanda. Todo esto, a medida que vaya creciendo. Al cabo de un año tendréis que empezar a guiar las plantas por la pared, sin apretar demasiado los nudos y aflojándolas según vaya creciendo la planta trepadora, para que no se vea ahogada.
¿Cómo controláis el crecimiento de vuestra planta trepadora?