La labor de diseñar un jardín permite aprovechar al máximo estas superficies e, incluso, crear un efecto de agrandamiento, a través de la correcta utilización de todos los elementos que componen estas zonas.
Además, diseñar un jardín no se puede realizar sin tener en cuenta el contexto en el que el jardín se encuentra, es decir, su entorno.
Hay múltiples técnicas para decorar una parcela, pero en todas se juega con tres elementos principales: césped, cielo y plantas.
Asimismo, las paredes, los árboles o los arbustos influyen en la totalidad del vergel, generando subespacios interconectados, dentro de un mismo área ajardinada.
El objetivo principal de cualquier diseño exterior es manejar este espacio con cualquier fin: utilitario, de recreación, de circulación, estancia, reposo, etc.
Además, dentro del hogar, el jardín refleja la personalidad del dueño de la casa o de los habitantes de la misma, convirtiéndose así en un elemento más de identificación y recreación personal.
Pasos a seguir
Hay múltiples alternativas ante el planteamiento del diseño, según el terreno o los materiales que se deseen emplear.Sin embargo hay una serie de aspectos que se deben respetar siempre. Uno de ellos es que, alrededor de una construcción, el jardín ha de combinar con las líneas rectas y los ángulos que definen ésta.
La segunda regla de oro es que, a medida que el jardín se vaya alejando de la casa, puede ir aumentando la variedad de formas, de manera que pueden empezar a predominar las curvas y los círculos.
De este modo, las áreas de mayor superficie se ocupan con césped, mientras que los arbustos y los árboles constituyen el verdadero esqueleto del conjunto.
Cuando los terrenos son lo suficientemente extensos, a una distancia considerable de la casa, cabe la posibilidad de crear zonas ajardinadas más naturales, con una mayor predominancia de árboles y un aspecto más desordenado. Éstas son zonas de bajo mantenimiento.
Con independencia de estas tres reglas principales, lo primero que hay que hacer, al proponerse el esbozo del jardín, es observar cuidadosamente el terreno en el que éste se va a realizar, las características del suelo, los vientos o los lugares de sol y sombra, entre otras cosas.
Además se debe tener una idea clara de lo que se quiere realizar, para ponerlo en relación con estas características físicas y evaluar si es posible.
Estudio del suelo
Es recomendable realizar un estudio del suelo para poder determinar sus características y adaptarse a ellas a la hora de empezar a plantar.En los casos en los que ya haya un jardín previo y se pretenda modificar, conviene tener en cuenta las plantas o árboles y la estructura del jardín anterior para aprovechar al máximo todos los elementos posibles.
Además, conviene tener siempre presente el presupuesto del que se dispone tanto para ponerlo en pie como para su posterior mantenimiento.
Asimismo, hay que pensar en otros factores, como son la presencia habitual de niños y animales o si se pretende instalar una piscina para aprovechar sus beneficios o cualquier otro elemento ornamental.
Cuando el jardín va a pertenecer a una casa y el terreno está todavía sin construir es conveniente que el arquitecto y el diseñador elaboren un proyecto conjunto casa-jardín, para que las vistas desde la misma se relacionen con la zona verde.
El paso siguiente es el empleo de la tierra donde se va a construir para nivelar el terreno del jardín.
Además, en los terrenos más alejados de la construcción, es posible plantar árboles o plantas antes de la finalización de ésta, para que se vayan adaptando al terreno.
El césped, un elemento indispensable
El elemento más destacado de cualquier jardín es el césped, cuyo total crecimiento finaliza a los 12 ó 18 meses de haber sido sembrado.Éste crece con dificultad en el terreno de debajo de los árboles, en el cual se puede recurrir a la plantación con grava.
Además, hay que tener en cuenta que, en los terrenos bajos, el jardín puede sufrir inundaciones, por lo que es conveniente aterrazar para que las plantas puedan desarrollar sus raíces por encima del agua. Cuando el caso es el diseño de una parcela alrededor de una casa ya construida se deben atender otros aspectos.
Así, en el caso de suelos compactados por alguna maquinaria pesada, pisadas o raíces es posible que exista la necesidad de una aireación del terreno.
Asimismo, y dado que en una casa ya construida, en general, las circulaciones, los solados y los materiales secos del jardín ya han sido determinados, las plantas deberán complementarse con ellos.
Selección de las plantas
Las condiciones de luz, suelo, temperatura o humedad, son los principales factores para la elección de las plantas que van a integrar un jardín.No obstante, la gran variedad de éstas permite que siempre se pueda encontrar alguna que se adapte a las necesidades y gustos.
El resultado final del jardín dependerá, en gran medida, de las plantas que se utilicen, de su volumen, estructura, colores o flores.
Además, existen muchas formas distintas en su presentación. Así, se pueden colocar varias plantas juntas o por separado.
Todas estas características deben ser conocidas y analizadas antes de seleccionar las plantas que conformarán el vergel.
Las plantas son útiles para crear nuevos espacios y producir diferentes sensaciones mediante el empleo, por ejemplo, de zonas protegidas con barreras o zonas que destaquen por su ornamentación.
Al contrario de lo que pueda parecer en principio, no se deben seleccionar las plantas en función de la belleza de sus flores, sino por su forma, volumen, tamaño, textura, o por el hecho de que las condiciones sean favorables para su supervivencia.
Por último, y en relación a las plantas, hay que hacer un esfuerzo por evitar incluir excesivas variedades de plantas en la misma zona, un error muy común.
Lo aconsejable es dar lugar a un diseño sencillo, no recargado, mediante la elección de un color dominante y la agrupación cuidadosa de distintas variedades.
Los árboles
Al igual que las plantas, los árboles también ofrecen un amplio abanico de posibilidades enfocados a diferentes objetivos.Una de las principales funciones del árbol es crear zonas de sombra y, a partir de la creación de esas formaciones, es posible estructurar el resto del jardín.
Además, son elementos que generan vistas o pueden ser puntos de atracción dentro del conjunto.
Por ello, los árboles tienen una función útil y otra función ornamental. Las copas de los árboles son de formas muy diferentes: esféricas, columnares, pendulares, en forma de sombrilla o en forma de abanico.
Estas diferentes formas contribuyen a crear diferentes efectos, además de diversas sombras. Se puede dar rienda suelta, por tanto, a la imaginación a la hora de crear distintas formas.
El tamaño de un árbol se mide, sobre todo, por su altura además de por el diámetro de su copa. Así, es posible encontrar árboles de primera magnitud o grandes (más de 15 metros), de segunda magnitud o medianos (entre 10 y 15 metros) y de tercera magnitud o pequeños (10 metros).
Además, hay que tener en cuenta en el diseño del jardín, la velocidad de crecimiento de los árboles, con el fin de evitar posibles problemas de espacio o de desarrollo del árbol. Esta velocidad viene determinada por la especie o variedad de que se trate.
Hay otras cualidades del árbol a tener en cuenta, como si se trata de clases perennes o caducas, el color, la textura del follaje, el brillo de las hojas, las flores y los frutos.
Los árboles perennes, cuyas hojas no caen en ninguna estación del año, son muy útiles como cortavientos y para mantener el color verde en invierno.
Los caducos, que pierden sus hojas en otoño, dan sombra en verano y en invierno permiten el paso de la luz a través de sus ramas.
Sistema de riego
El riego es un elemento principal del jardín, puesto que de él depende la vida del mismo. Hay que señalar que el agua no se puede administrar descuidadamente, sino que cada planta debe recibir el agua que requiere, ni más ni menos.En la actualidad esta función se ha simplificado mucho, gracias a la existencia de sistemas automáticos, capaces de adaptarse a cualquier necesidad.
No obstante, siempre existen zonas del jardín a las que el riego automático no llega lo suficiente o que precisan condiciones especiales de regado.
Para estos casos se empleará el riego manual.
Imágenes/ Flickr: Crinklecrankle.com, brewbooks, brewbooks, sarahgardenvisit, Wickerfurniture, Crinklecrankle.com, Dave Catchpole, Dave Catchpole