Asegura que el sitio donde lo has plantado tenga un buen drenaje para evitar que el suelo se haga lodoso y dañe las raíces.
Hablando de drenaje, cuidado con el riego, si bien el cilantro gusta de suelos húmedos no tolera el exceso de agua y puede dañarle, utiliza el truco para saber regar plantas o un auto-riego para que todo sea más sencillo.
Si has sembrado en suelo directo cuida de que no crezcan malas hierbas junto a tu planta para disminuir el riesgo de plagas.
Utiliza algún fertilizante que no sea muy cargado en nitrógeno ya que puede dañarle, de preferencia utiliza fertilizantes directos al sustrato para evitar que los consumas si lo riegas y queda en las hojas.
Recuerda que al ser una planta anual debes poner atención a su poda, ya que el dejar por mucho tiempo las hojas y no podar de una buena forma puede hacer que tu planta no produzca una buena cantidad de hojas comestibles.
Cuidado con exponer al sol directo cuando la planta aún es pequeña pues la puede quemar o incluso quitarle un poco de saber, lo mejor es tenerlo en un sitio bien iluminado pero sin luz directa.
El frío puede ser muy perjudicial para tu planta, en invierno lo ideal es protegerle de las bajas temperaturas para evitar que se dañe, así como también del exceso de lluvias.
Evita regar en forma de lluvia ya que el agua que se queda entre las hojas puede dañar la planta. El cilantro es una planta bonita, sencilla de cuidar y con muchos beneficios, que van desde el sazonar nuestras comidas hasta algunos remedios naturales que son simplemente increíbles (si quieres saber alguno no dudes en escribirnos para compartirlos contigo) además de seguirnos en nuestras redes sociales para contar con la experiencia completa.
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