Aunque es originaria de climas tropicales, hoy en día está adaptada a prácticamente todas las zonas de interior, con temperaturas controladas y que prácticamente no varían entre el día y la noche.
Sin embargo, el Spathiphyllum puede llegar a ser bastante sensible al sustrato, abonado y riego, por lo que es importante controlar los principales pasos para un correcto mantenimiento.
En este artículo queremos explicarte todas las opciones de cuidados que tienes y las actuaciones más recomendables para lograr una planta sana y fuerte. ¿Te apuntas?
La planta espatifilo
El término Spathiphyllum o el nombre en castellano espatifilo vienen del género de plantas con flores que presenta la familia Araceae. Dentro de este género, encontramos muchas variedades, aunque comúnmente se han caracterizado como espatifilos, en general.
En áreas de América central y del sur, de donde es originaria esta planta, también se conoce por otros nombre comunes, como Flor de la Paz, Vela de viento (por la forma de su flor) o Cuna de Moisés (también por la forma de la flor).
Algo que destaca de esta planta es el gran tamaño de sus hojas, que pueden llegar a sobrepasar los 60 cm de longitud. Hojas verdes y oscuras, de aspecto carnoso, que ya nos avisan de que se pueden quemar con el Sol directo.
Dentro del género Spathiphyllum encontramos 36 especies, siendo una de las más comunes Spathiphyllum wallisii. Como curiosidad, hay que comentar que genera unas raíces superficiales cortas, donde las hojas salen directamente de ella.
Flor espatifilo
La flor es uno de los elementos más característicos de la planta. De grandes dimensiones, es de color blanco y simula una semiesfera (de ahí el nombre de cuna de Moisés), por lo que es totalmente distinto a todas las flores conocidas, y de ahí su gran atractivo.
Cuidados del espatifilo
Dado que son plantas de ambientes húmedos y de temperatura, hay que establecer una serie de pautas para el perfecto cuidado del espatifilo. Vamos a comentar los principales puntos que puedes controlar y corregir en caso de que se esté haciendo mal o detectes problemas en tu planta.
Dónde ubicar mi espatifilo
El espatifilo se cultiva como planta de interior en maceta directamente en casa. Buscaremos un punto donde haya buena iluminación pero sin Sol directo en ningún momento.Suele colocarse en maceteros encima de mesas o peanas alejado de ventanas (no le viene bien las corrientes de aire) y del Sol directo, especialmente en época de floración.
Sustrato
La planta requiere niveles de humedad altos, pero también tiene problemas serios con el drenaje. Esta encrucijada en la toma de decisiones se debe a que sus raíces son cortas y no pueden quedarse sin oxígeno.Frente a esto, la mejor solución es apostar por el sustrato de turba de pH ácido mezclado con fibra de coco. Este material natural permite acumular una humedad ideal para el cultivo del espatifilo pero a su vez escurre muy bien el agua sobrante.
Abono para Spathiphyllum
Antes de la brotación de la flor, debemos recuperar los nutrientes perdidos en el sustrato con el riego mediante el abonado. Una mezcla de fertilizante líquido para este tipo de plantas puede ser el NPK 6-5-8 que incluye micronutrientes.
También puedes contar con fertilizante granulado de liberación lenta. Es más cómodo de aplicar ya que las bolitas se van disolviendo lentamente con cada riego que hagamos.
Una de las mezclas NPK sólidas más habituales para el abonado del espatifilo es el NPK 12-8-16 de liberación lenta.
Suele añadirse de 10 a 20 gramos por maceta y planta, a inicio de floración, 1 vez cada mes.
Riego
Como hemos comentado antes, el espatifilo es exigente en humedad, por lo que nuestra premisa será mantener los niveles de humedad siempre al mismo nivel.El riego en primavera y verano deberá ser de 2 veces por semana, con una cantidad de 300 a 500 ml de agua por riego. Podemos aprovechar y en dicha agua añadir el fertilizante líquido a la concentración que nos pone la etiqueta de producto.
En el interior de casa no estará sometido a cambios bruscos de temperatura ni calor excesivo, pero si a sequedad ambiental. Por tanto, en los meses de verano, será necesario pulverizar con agua (a poder ser con poca cal) las hojas y permitir que se hidraten bien.
Poda del espatifilo
No hay un plan estratégico de poda del espatifilo. Las recomendaciones iniciales pasan por quitar las hojas secas o con enfermedades (manchas marrones, puntas secas, clorosis, etc.) cortándolas desde la base.Esta poda hará que la planta vuelva a emitir nuevas hojas más sanas y fuerte, momento en el cual nosotros podemos ayudar a su brotación con el aporte continuado de los fertilizantes recomendados.
Especies y variedades
Las especies más comunes y utilizadas del género Spathiphyllum son la siguientes:
Spathiphyllum blandum
Spathiphyllum caudatum
Spathiphyllum cochlearispathum
Spathiphyllum floribumdum
Spathiphyllum gracile
Spathiphyllum maladie
Spathiphyllum minus
Spathiphyllum montanum
Spathiphyllum silvicola
Spathiphyllum wallisii
La habitualmente plantada en casa como especie de interior es Spathiphyllum wallisii.
El resto de variedades son muy parecidas entre ellas, con hojas grandes, verdes y vivaces y floración blanca.
Sin embargo, las que hemos mencionado son todas las que hay, ya que en total son 36 especies dentro de este género.
Problemas y posibles soluciones
El espatifilo es bastante sensible a los cambios bruscos de temperatura, humedad y ubicación dentro de la casa. Si nos desviamos del plan comentado, es posible que las hojas empiecen a tornarse cloróticas (exceso de agua), pálidas, con poca turgencia o aparezcan manchas marrones.
Vamos a comentar caso por caso a ver qué podemos hacer para solucionar las principales incidencias.
Hojas marrones
Las hojas marrones de aspecto flácido pueden deberse a la acción de Phytophthora, un hongo que se aprovecha de las condiciones excesivas de humedad por abuso de agua en el riego.
Cortaremos los riegos hasta mantener un nivel de humedad inferior, sin encharcamiento de la maceta, eliminando las hojas afectadas.
Hojas amarillas
El espatifilo con hojas amarillas puede deberse a 2 causas, aunque existe forma de distinguirlas.
Causa 1: falta de nutrientes (nitrógeno y micronutrientes).
Hojas en general de aspecto amarillento, incluso las adultas, es síntoma de falta de nitrógeno. Suele coincidir con un menor tamaño de las hojas y una falta de crecimiento.
Hay que reponer nutrientes en el sustrato con los fertilizantes recomendados, asegurándonos de que incluyan los principales micronutrientes.
Nos aseguraremos también de que tiene buena disposición a la luz, ya que también es un síntoma de no realizar correctamente la fotosíntesis por exceso de oscuridad.
Causa 2: hojas amarillas flácidas
Las hojas flácidas y amarillas pueden ser es el primer síntoma de exceso de agua, pero sin presencia incialmente del hongo. Suelen tener un aspecto débil y caído, debido a la falta de turgencia celular.
Para ello, acortaremos el aporte de agua y reduciremos la frecuencia de riego hasta que veamos cambios en el aspecto del espatifilo.
Falta de floración del espatifilo
En la mayoría de ocasiones, descartando que no falten nutrientes a la planta (lo veríamos en los síntomas visuales), se debe a una falta de luz. La oscuridad afecta negativamente al crecimiento de la planta y, en especial, a la producción de yemas y salida de la flor.
Es necesario colocar la planta en un lugar más luminoso, pero sin que le de el Sol directo.
Punta secas
Las punta secas es una sintomatología totalmente contraria al exceso de agua. La sequedad ambiental y una falta de agua en el sustrato causa bordes necrosados y manchas marrones de aspecto seco.
A menudo, aunque realicemos los riegos adecuados, la falta de humedad ambiental produce la sequedad en las hojas y sufren daños. Asegúrate de pulverizar con cierta frecuencia la planta en los días más calurosos y secos.