Primero antes de hacer la siembra, debes haber recogido varias piñas sin abrir. Debéis mojar las piñas en agua templada. Con esto conseguiréis que sean más fácil de abrir y de sacar las semillas. Entonces romped la cáscara, pues se tienen que plantar sin ella.
Sembrad de forma estratificada en macetas en las que el compost esté mezclado con arena. Regad los tiestos y colocadlos en lugares protegidos en el exterior. Cuando ya sean bastante grandes, trasplantadlas a otra maceta de mayor tamaño o directamente al tereno sobre el que queráis situarlas finalmente.
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