la Cordyline fruticosa es una planta espectacular, tremendamente ornamental y oriunda de Asia, Australia y Polinesia, prefiere climas cálidos y húmedos, por lo que, si en tu región predomina el frío, puedes emplearla como planta de interior.
(Imagen/ Flickr: barloventomagico)
Las hojas no son excesivamente largas, con una media de unos 30-60 cm. y 5-10 de ancho. Eso sí, son su principal atractivo (con permiso de las flores aromáticas que nacen del centro de la planta en forma de racimo y adquieren un tono entre amarillento y rojizo).
Centrándome en sus hojas, podemos encontrar especies de diferentes colores (verdes, rojizas, purpúreas, veriegadas...).
(Imagen/ Flickr: wlcutler)
Cómo plantar Cordyline fruticosa o polinesias:
- Hazte con una planta o gajo de polinesia.
- Escoge una localización que tenga entre 4 y 6 horas de luz al día y asegura un terreno bien drenado.
- Limpia la zona eliminando las malas hierbas y los sistemas de raíces de las plantas no deseadas.
- Cava un hoyo del doble de tamaño que el sistema radicular del ejemplar.
- Introduce la planta en el hoyo y rellena el espacio con la tierra extraída anteriormente. Una vez hecho, aplasta la tierra circundante.
- Riega inmediatamente después de la siembra para aportar los niveles de humedad necesarios.
(Imagen/ Flickr: Joel Abroad)
Como planta de interior...
Sin embargo, como os comentaba, si el clima de tu región no es lo suficientemente cálido no tienes por qué renunciar a tu planta Ti. Escoge un recipiente de tamaño apropiado para sus raíces y utiliza un sustrato a base de compost, turba y perlita a partes iguales.
Multiplicación
El método más común es mediante esquejes del extremo o trozos del tallo (de unos 5-8 cm. de longitud).
(Imagen/ Flickr: jaiyanwong223)
Cuidados
- Las variedades de hoja verde admiten un rango de temperaturas más amplio. En general, el clima óptimo varía entre los 25 y los 16ºC.
- Necesitan abundante luz, pero una exposición directa al sol puede ser perjudicial.
- Un sustrato bien aireado.
- Regar cada quince días durante el crecimiento y evitar el exceso de agua o encharcamientos.
- Aporte de nitrógeno cuando comienza a crecer y para las plantas madre; fertilizante nítrico en la fases finales para intensificar el color.
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Plagas y enfermedades:
- Ten cuidado con plagas como las cochinillas o arañas rojas.
- Manchas en las hojas: causadas por hongos.
- Podredumbre: bacterias que se desarrollan en ambientes cálidos y húmedos.
- Hojas amarillentas: proceso natural de envejecimiento o, si caen demasiado rápido, exceso de calor y sequedad.
- Decoloración: falta de luz.
- Necrosis: debido a una sequedad excesiva o corrientes de aire frío.
(Imagen: Wikipedia)
Uno de los colores más reclamados es el rojizo, sin embargo, puede darse la circunstancia de que la planta comience a perder tonalidad y se vuelva verde.
Para evitarlo tenemos que proporcionar condiciones de crecimiento óptimas.
(Imagen/ Flickr: daryl_mitchell)
- La luz estimula la pigmentación rojiza. Si tu planta Ti está perdiendo color lo más probable es que necesite una localización más luminosa. Paciencia, no recuperará el color de la noche a la mañana, pero en pocos meses comenzarán a aparecer hojas igual de intensas que las originales.
A la hora de someter a tu planta a una mayor exposición lumínica no lo hagas bruscamente o se quemará. Ve aumentando paulatinamente la cantidad de horas de luz, empezando desde primera hora de la mañana.
- Consecuencias de una sobrefertilización. Especialmente si se utilizan sustancias ricas en nitrógeno. Os recomiendo optar por abonos y fertilizantes de liberación lenta que fomentarán ese color tan especial y llamativo.
- El frío es fatal. La temperatura óptima para conseguir la tonalidad esperada ronda los 30ºC durante el día y los 12-20ºC durante la noche.