La Polinesia es una planta arbustiva perenne con crecimiento vertical (alcanza unos 2 metros de altura en cultivo, siendo mucho menor en la mayoría de los casos) donde desarrolla un delgado tronco central con pocas ramificaciones; pueden generarse nuevas plantas hijas en la base de la planta cuando tiene cierta edad. Esta especie, al igual que todas las del género Cordyline, está estrechamente emparentada en su morfología a las populares dracenas (género Dracaena) con las cuales se les confunde a menudo.
El tallo es delgado (menos de 7 cm de diámetro) y de color verde. Dicho color no es fácil de observar debido a las cicatrices de las hojas que le dan un aspecto más pardo claro y leñoso.
Las hojas se disponen en rosetas en el tronco que se irán perdiendo durante el crecimiento de la planta, es decir, en plantas jóvenes o esquejes recién plantados, solo observaremos un cúmulo de hojas en la región apical dejando desnudo el resto del tallo. Las hojas son muy vistosas y con coloraciones variadas en dependencia del cultivar que se trate (pueden encontrarse hojas casi rosadas, rojas o púrpuras en su totalidad, hojas matizadas con diferentes tonos de verde, entre otras variedades). La forma típica de estas, es estrecha y alargada (lanceolada) con variaciones en el ancho (algunos cultivares tienen hojas elípticas mientras que otros las tienen extremadamente estrechas). El tamaño promedio de las hojas es de +/- 35 cm de largo por +/- 15 cm de ancho en su región más ancha.
Las flores son pequeñas pero muy atractivas y aromáticas. Estas solo aparecen en plantas con más de 6 años de edad, es decir, su ciclo de vida es bastante largo. Se manifiestan en extensas inflorescencias en panícula que se desarrollan en el ápice del tallo central. Las flores poseen la corola de color blanco rosado, estambres proyectados al igual que el estigma (este de color rosa). Además, las flores no abren todas a la vez, en pequeños grupos dentro de la inflorescencia. Si se logra obtener floración, es muy probable que ocurra en verano. Pocas veces florecen en macetas.
Consejos para el cultivo de la Polinesia, Cordyline fruticosa o Cordyline terminalis
Esta especie es utilizada como planta de exteriores protegidos e interior en jardines de todo el mundo. Por lo general es muy resistente y su cultivo es bastante sencillo. A continuación sus cuidados:
Flores de la Polinesia, Cordyline fruticosa o Cordyline terminalis
Iluminación: Requiere abundante luz para mantener la coloración llamativa de las hojas y florecer si es bastante madura. La luz solar debe incidirle pero siempre filtrada, es decir, nunca la expongas directamente al sol. Las variedades con hojas verdes toleran mejor el cultivo en sitios más sombreados que los cultivares con hojas más coloridas.
Temperaturas: Se recomienda cultivarlas en climas frescos o cálidos para mantener de forma óptima su salud. Es susceptible a las bajas temperaturas; temperaturas menores a los 10ºC son mortales.
Sustrato: Requiere un sustrato rico en materia orgánica (mantillo de hojas, tierra de calidad, carbón vegetal y arena gruesa) con un óptimo drenaje.
Otros aspectos a considerar: Evite la exposición a flujos de aire muy fuertes cuando ubique su planta.
Frecuencia de riego: Necesita mantener la humedad del sustrato siempre. Nunca regar de forma exagerada que provoque un encharcamiento prolongado. Esta especie, además de necesitar un sustrato siempre húmedo, necesita crecer en un ambiente con una humedad relativa superior al 80%; pulverizar las hojas de forma periódica.
Abono: Mezclar abono líquido para plantas con flores a la hora de regar en la primavera de 2-3 veces mensuales.
Vista lateral de la Polinesia, Cordyline fruticosa o Cordyline terminalis
Trasplante: Cada 2-4 años para renovar el sustrato y la maceta si la planta ha crecido mucho.
Poda: Evitar realizar cortes en los tallos si no son con el fin de multiplicar la planta. Solo debes eliminar hojas secas e inflorescencias marchitas.
Plagas y enfermedades: Si las hojas se tornan caedizas y muy suaves debes aumentar la humedad ambiental y ubicar tu planta en un sitio más fresco. Los hongos como algunas especies de los géneros Colletotrichum y Phytophthora pueden provocar manchas en las hojas y sequedad de estas por excesos de humedad y elevadas temperaturas. Las cochinillas atacan frecuentemente el envés de las hojas y los pulgones aparecen con la nueva formación de brotes en la planta.
Multiplicación: Es muy sencilla a partir de esquejes de los ápices del tallo central o por división de plantas hijas de la base. Lo mejor de todo, es que cuando cortas el ápice del tronco, este se ramificará en unas semanas. Los esquejes deben tener como mínimo unos 10 cm, deben ser sembrados en sustratos arenosos, ricos en materia orgánica, ligeramente húmedos y en sitios muy iluminados pero nunca a pleno sol.
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