En las escuelas, este trabajo suele quedarse en ver el progreso de la germinación y el crecimiento de las lentejas (o cualquier otra legumbre como garbanzos, habas, guisantes...).
No se presta atención a lo decorativas que pueden resultar, o de lo buenas que pueden ser para la alimentación.
El trabajo es sencillo, las lentejas se mantienen húmedas (entre algodones o trocitos de tela), y al cabo de 10 o 15 días, han crecido unas bonitas ramas con pequeñas hojas.
Podríamos añadir otros objetivos, mucho más divertidos como:
- Conseguir hacer un objeto decorativo
- Ser capaces de reciclar materiales
- Que podamos alimentarnos gracias a lo que hemos plantado.
Para hacer estos pequeños jardines verticales, necesitaremos unas cápsulas de café y unas maderas de cortar. Las plantas serán nuestras lentejas germinadas entre algodones.
Una vez hayan crecido nuestras lentejas, los pequeños maceteros podemos utilizarlos para poner flores secas.
Y esto no es todo, cuando las hojas hayan crecido, podemos decorar platos de un modo divertido.
Los niños se divertirán. Y cuando las plantas hayan crecido, podemos seguir utilizando el pequeño jardín vertical para poner flores secas.
Espero que te haya gustado la idea, y que la pongas en práctica muy pronto. Si te animas, me encantará ver los resultados.
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