Con el cuidado adecuado, puedes cultivar tomates deliciosos y saludables en tu propio jardín o macetohuerto, ya que hay variedades que requieren muy poco espacio, como pueden ser el tomate cherry.
A continuación, te presentamos siete consejos prácticos para que tengas éxito en la plantación de tomates:
Elección de variedades adecuadas: Antes de comenzar, elige variedades de tomate que se adapten a tu clima y a tus preferencias. Normalmente en todos los pueblos o ciudades hay tiendas especializadas que venden planteles que funcionan bien en la zona, por lo que lo ideal es que habléis con ellos y elijáis, dentro de las opciones que tengan, según vuestros gustos personales.
Preparación del suelo: El tomate prospera en suelos bien drenados y ricos en nutrientes. Antes de plantar, es aconsejable mejorar el suelo añadiendo compost orgánico para aumentar su fertilidad y retención de agua, aunque si lo haces en tu balcón puede valer con un sustrato universal. En el campo, asegúrate de eliminar cualquier maleza y de airar el suelo con la azada, esto permitirá un desarrollo radicular potente y una mejor absorción de nutrientes.
Exposición al sol: Etimológicamente su género y el de su familia (Solanum - Solanáceas), hace referencia a su querencia por el sol, por lo que los tomates necesitan abundante luz solar para crecer y desarrollarse adecuadamente. Elige un lugar que reciba al menos 6-8 horas de luz solar directa al día. La sombra excesiva puede afectar negativamente la producción de frutos y aumentar el riesgo de enfermedades.
Espaciado y soporte: La planta necesita suficiente espacio entre sí para permitir un buen flujo de aire y prevenir enfermedades. Deja al menos 45-60 centímetros de espacio entre ellas. Además, proporciona soportes como estacas para mantener las plantas erguidas a medida que crecen. Esto ayudará a prevenir que los tallos se rompan, que los tomates toquen el suelo con los problemas que ello conlleva y facilitará la recolección.
Riego adecuado: Mantén el suelo uniformemente húmedo pero evita el encharcamiento, ya que esto puede provocar enfermedades radiculares o incluso asfixia radicular. Riega los tomates en la base de las plantas temprano en la mañana o a última hora del día. Evita el riego por aspersión y ajusta la frecuencia y cantidad de riego según las condiciones climáticas de tu zona, ya que no es lo mismo un cultivo en Asturias que en Almería.
Nutrición y fertilización: Proporciona a tus tomates los nutrientes necesarios para un crecimiento saludable. Antes de plantar, puedes incorporar un fertilizante de liberación lenta o un abono orgánico al suelo, así evitas tener que estar fertilizando constantemente, pero presta atención a las deficiencias nutricionales como el amarillamiento de las hojas para realizar los aportes o correcciones necesarias.
Preventivos o plaguicidas: Al tratarse de un cultivo de primavera-verano, las temperaturas elevadas también hacen que los insectos y ácaros tengan su óptimo, por lo que es aconsejable echar algún preventivo desde el principio, como puede ser purín de ortigas, jabón potásico, etc. Estos ejemplos son aptos para cultivo ecológico, pero también podéis consultar a las tiendas donde compréis los planteles por plagas fuertes y como tratarlas en vuestras zonas de residencia.
Esperamos que os hayan sido útiles estos consejos, ya veréis como es un cultivo muy sencillo en el que se obtienen muy buenos resultados. Los tomates son muy aconsejables en cualquier dieta y se pueden hacer muchos platos deliciosos y saludables a partir de ellos.