(Imagen/ Flickr: G Z L O A S D)
• Las causas: suele tratarse de una reacción a un aire demasiado seco o a una atmósfera llena de humo (las plantas no se sienten cómodas en las habitaciones donde se fuma).
Este fenómeno también se registra en las plantas que fueron sacadas al exterior demasiado pronto en primavera, y que soportan un contraste excesivo de temperatura entre el exterior y el interior. Un agua de riego demasiado rica en cloro produce también desecaciones.
• Los remedios: equilibre los riegos y ventile bien las habitaciones, sin provocar corrientes de aire. Vaporice el follaje todos los días, tan pronto como la temperatura alcance o pase los 20 oC. Coloque humidificadores sobre los radiadores. Instale las plantas sobre un lecho de bolas de arcilla expandidas o de gravilla, que debe mantenerse húmedo siempre.
• Nuestro consejo: prepare siempre la víspera el agua destinada a las plantas de la casa. Tendrá tiempo de equilibrar su temperatura en contacto con el aire y el cloro que contiene se eliminará de modo natural.
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Este post es un fragmento del libro Jardinería de Interior, de Larousse Editorial. Si te interesa este contenido, tienes más información detallada aquí: Larousse.es.