Sin embargo, el cultivo en otoño e invierno, pese a no tener esas apreciadas frutas u hortalizas propias del verano como melones, sandías, pimientos, tomates, calabacines, berenjenas, etc., resulta muy gratificante. En esta época del año, con menos luz, a nosotros también nos apetece bajar un poco el ritmo y que todo sea "a fuego lento", poco a poco y sin que nos sobrepase el trabajo.
Si vives en zonas donde el clima es suave en invierno, sin heladas y días soleados, el cultivo de otoño e invierno se disfruta muchísimo. Aunque en zonas más frías se complique un poco, vamos a diferenciar según el tipo de clima de nuestra región, dándote algunas sugerencias:
- CLIMA MEDITERRÁNEO:
Puedes plantar cultivos como lechugas, espinacas, acelgas, zanahorias, rábanos, fresas, brócoli, coliflor y cebollas. También las reinas de esta época como son las alcachofas o las habas.
- CLIMA CONTINENTAL:
Cultivos de raíz como zanahorias, remolachas y nabos pueden ser sembrados. También puedes considerar la siembra de espinacas, lechugas y acelgas. Los guisantes y las habas son opciones viables para plantar en septiembre en climas continentales.
- ZONA ATLÁNTICA Y CANTÁBRICA:
Aún puedes sembrar lechugas, espinacas, acelgas, brócoli y col rizada. La siembra de cebollas puede realizarse en esta época en estas regiones. Septiembre es un buen mes para plantar fresas.
En lo que respecta a las alcachofas, aunque se puedan plantar estacas "nuevas" todos los años, os aconsejamos que dejéis algunas matas de un año para otro en vuestro huerto. Cuando hayáis recolectado en primavera, cortáis la planta y dejáis la caña central, sin regarla en todo el verano. La planta parecerá que está seca-muerta, pero cuando a partir de septiembre comencéis a regarla, la planta rebrotará con mucha fuerza, dando una producción superior a la de ese primer año.