¡No te preocupes! Con estos trucos y consejos podrás revivirlas para que luzcan igual de bonitas que siempre.
Tu planta se ha secado por falta de agua
1. Corta las hojas, flores y ramas secas. Con cuidado, saca la planta de su maceta con una gran cantidad de tierra alrededor para no maltratar las raíces.
2. Colócala en un recipiente grande -como un cubo- y llénalo de agua tibia. Esta es imprescindible para ayudar a aumentar la absorción de agua en la tierra.
3. A los 10 minutos, retira la planta del cubo y ponla en un plato para eliminar el exceso de agua.
4. Métela en una bolsa de plástico y ciérrala. Así se creará un efecto invernadero que hará que se hidraten las hojas más rápidamente. Durante este proceso debe estar en un lugar oscuro.
5. Si tu planta estaba mal pero no mucho, en un par de horas podrás sacarla de la bolsa y devolverla a su maceta. Si estaba al borde del abismo, necesitará hasta un par de días. Si pasados más días no notas mejoría, es que ya era demasiado tarde para revivirla.
6. Si después de todos los pasos anteriores crees que tu planta revive pero muy despacio, cámbiale el tiesto por uno más grande. De esta forma las raíces tendrán más espacio para crecer fuertes y la tierra nueva le aportara más nutrientes.
Para que no te vuelva a pasar, toca con frecuencia la tierra de la maceta para comprobar si está húmeda. Si no quedan restos en la punta de los dedos al hacerlo, es que necesita agua.
Tu planta se ha ahogado por exceso de agua
Antes de irte de vacaciones dejaste a tu planta con un plato enorme de agua y al volver te has dado cuenta de que no le ha sentado nada bien, ¿verdad?. Esto sucede porque el agua sobrante tapona sus raíces impidiendo que puedan coger el suficiente oxígeno.Podrás saber que es un exceso de agua porque las hojas inferiores se volverán de color amarillo y terminarán cayéndose. No habrá brotes nuevos y los más jóvenes se volverán marrones.
Para intentar salvarla, haz lo siguiente:
1. Saca tu planta de su maceta y envuelve la tierra con varias capas de papel absorbente. Déjala así 24 horas. Si el papel se ha empapado, lo cambiamos y volvemos a dejar que absorba el agua.
2. Una vez terminado el proceso anterior, colocamos la planta en su maceta y NO la regaremos durante unos días.
3. Si tu planta está en una maceta de plástico la tendrás que regar menos, puesto que este material reserva el agua más tiempo. Si está en un recipiente cerámico sí podrás regarla más a menudo.
Trucos rápidos para evitar que tu planta se marchite
Riego por capilaridad casero ¡con una olla!
La próxima vez que te vayas de vacaciones agrupa tus plantas en un lugar luminoso de tu casa, y coloca a cada una un hilo de algodón que conecte con una olla llena de agua. Así se regarán por capilaridad de manera natural y ¡solas!
'Batido' de plátano, café y cáscara de huevo
Estos tres ingredientes juntos se convierten en el mejor abono natural. Bátelos añadiendo un poco de agua y reparte la mezcla en la tierra de la planta que haya que revivir. Y ¡voilà!, al día siguiente admira la magia.
Abono casero con leche
Si, de vez en cuando, cambias el agua de riego por leche de vaca no pasteurizada, notarás los resultados. La leche contiene nitrógeno y calcio, algo que las plantas requieren para su crecimiento. Debes mezclar una parte de leche y cuatro de agua. Con una taza de este fertilizante a la semana será suficiente.
Con todas estas ideas es imposible que se te escape de las manos el cuidado de tus plantas. ¡Mímalas mucho!