Las Dalias se caracterizan por tener una amplia variedad de flores, de diferentes tamaños, colores, y pétalos, unas más apretadas que otras.
Los tubérculos se deben plantar en primavera, una vez ya hayan pasado las heladas primaverales, para que florezcan entre verano y otoño. Como consejos para su cultivo es que los suelos estén bien drenados, que su exposición sea al sol. Las Dalias se plantan como tubérculos subterráneos en primavera, para que salgan entre el verano y principios de otoño. Una vez que ya han florecido es aconsejable eliminar aquellas flores marchitas para prolongar la floración. Es aconsejable fertilizar con un fertilizante rico en nitrógeno cada quince días durante el verano.
Como existe una gran variedad de dalias, algunas de ellas tienen gran crecimiento en altura por lo que es importante colocarlas algún soporte para que no se rompan sus tallos.