Maria José vive cerca de El Escorial, un lugar muy adecuado para tener un buen jardín, por ende, la naturaleza de Maria José es compartida y "es una zona de monte bajo con muchas encinas", como comenta ella. En su casa, construida en el año 83, esta forera y su marido han hecho ellos mismos todas las aceras, porches y caminos, así como la distribución de los árboles. Igualmente, han trabajado duro para reinventar el jardín. No cabe duda de que sus esfuerzos ha dado unos frutos impresionantes.
En la naturaleza de Maria José podemos encontrar una zona delantera de la casa de Marty, que tiene un porche desde el que, como cuenta, "se divisa un paisaje espectacular". En esta parte de la casa nuestra forera tiene dos encinas. La que podemos apreciar en la foto cuenta con un parterre construido por ella misma en el que cultiva petunias principalmente.
Éste es el parterre que rodea a una de las dos grandes encinas que la forera tiene en la parte delantera de su jardín. La combinación de flores violetas, rosas y blancas le dan un toque muy original a este enorme árbol. Nuestra amiga nos ha contado que en los meses de frío cultiva prímulas y pensamientos.
En el lateral de la vivienda podemos ver un cedro, una mimosa y dos grandes tiestos redondos con crasas. Aprovechando el espacio del hueco del porche delantero, nos cuenta la forera, "mi marido y yo hicimos una minibodega". Como afirma ella, es pequeñita, pero no hay duda de que es muy acogedora, con ese toque rural que le dan los jarrones y botijos.
En el porche tiene una mesa de mimbre acompañada de unos sillones del mismo material donde se sienta para relajarse mientras contempla las preciosas vistas que le rodean. La cinta que observamos encima de la mesa es un regalo de Maxito. También podemos apreciar una jardinera que bordea el espacio en la que "hay geranios y plantas diversas", afirma María José.
"Todo lo hemos construido mi marido y yo, desde los porches hasta las aceras. ¡La falta de dinero en aquellos tiempos!", confiesa nuestra amiga, que dice que no necesitan ninguna ayuda para cuidar su jardín, tan sólo cuando tienen que podar las trescientas arizónicas que rodean todo el jardín.
Éste es el sitio de los frutales, que Marty describe así: "en esta zona hay una jardinera en forma de corazón hecha por mi marido, que tiene crasas, cactus y tinajas. En este espacio hay varios frutales como manzano, ciruelo, membrillo, higuera, almendro y peral, entre otros".
En la parte trasera de la casa, Marty tiene otro porche en el que ha colocado seis sillones y una mesa de forja sobre la que tiene colocado un apetecible cesto de manzanas. Al igual que la terraza delantera, el espacio está rodeado de una jardinera repleta de flores.
Cerca del pozo podemos encontrar un cedro del Líbano, una lambertiana y, al lado, una fuente que la forera y su marido construyeron con bloques. Al lado de ésta, observamos un olivo. Los caminos, bordillos y escalones de piedra, proporcionan un aire muy rústico al inmenso jardín.
Este pozo que vemos en la fotografía, aunque parece real, "es simulado", cuenta Marty, que afirma que su marido y ella lo construyeron con un tubo de alcantarillado y lo forraron de piedra. El toque final lo ponen los tiestos de crasas que se encuentran en el borde del cilindro y suspendidos del arco que culmina el pozo.
Por último, en esta fotografía podemos ver la piscina de nuestra amiga, un rinconcito refrescante con sus hamacas, sombrillas y, eso sí, muchas plantas que, como hemos visto a lo largo de este reportaje, nunca faltan en su casa.
También en la parte trasera encontramos una rosaleda con más de 40 rosales. Junto a ella, vemos varias figuras de piedra, destacando un enano como elemento estrella de cualquier gran jardín. "En esa zona", comenta María José, "también hay seis árboles de sombra y un árbol del paraíso".
Agradecimientos a Maria José, lectora de Plantasyhogar.com.