Durante siglos se creyó extinguido, pero en el XVII se descubren nuevos ejemplares en Japón.
(Imagen/ Flickr: MIKI Yoshihito)
El ginkgo biloba es árbol que según era muy cultivando en templos budistas durante centenares de años. Era considerado un árbol sagrado, por ello estuvo protegido y olvidado por el resto del mundo.
Hoy el ginkgo biloba se ha convertido en una especie muy apreciada como árbol ornamental, y no es difícil encontrarlo en parques y jardines.
Para estos últimos existen variedades de pequeñas dimensiones, ya que el ginkgo biloba puede llegar a medir 30 m. de altura.
(Imagen/ Flickr: OiMax)
Es diódico: macho y hembra son ejemplares distintos
Existe confusión en cuanto al origen de su nombre. Podría venir de chino yah-chio, que significa pié de pato, por la forma de sus hojas. Esta acepción pasaría después al japonés ginkgo.Otra teoría apunta a que proviene de Yin Kho, que significa "albaricoque de oro" y que podría deberse a la forma y color de sus frutos.
El ginkgo proviene de Asia Oriental -China y Japón-, hoy sólo se han encontrado ejemplares silvestres en los bosques del estado chino de Chekiang.
(Imagen/ Flickr: KIUKO)
Pertenece a las gimnospermas, en concreto a la familia de las ginkgoáceas. Las primeras son especies que tienen la semilla al aire, como, por ejemplo, las coníferas; diversas teorías apuntan a que puede ser la planta de semillas más antigua.
Es un árbol diódico, es decir, que el macho y la hembra son ejemplares distintos. Los dos sexos son muy fáciles de identificar, el macho es más esbelto y alargado, y la hembra es ancha y más frondosa.
Otra característica de la hembra es, que cuando da sus frutos, éstos desprenden un olor muy desagradable, por lo que normalmente serán los machos los que se planten.
Ésta se considera una de las razones de su supervivencia, ya que el mal olor ahuyentaba a los animales y no ingerían sus semillas, que tenían la posibilidad de ser germinadas.
Sus hojas, bilobadas, son semejantes a las del culantrillo
Este árbol puede llegar a alcanzar los 30 m. de altura, aunque existen ejemplares de menor tamaño muy útiles para plantarlos en jardines.Sus hojas son bilobadas, es decir, son dobles y poseen dos lóbulos. Tienen forma de abanico y son semejantes a las del culantrillo.
El suelo óptimo para esta especie es arenoso y ácido, y ha de tener unas buenas condiciones de humedad y drenaje. Le gusta el pleno sol, aunque es muy resistente y se adapta muy bien a la adversidad.
La plantación se realizará en primavera o en otoño y el período de crecimiento será de mayo a principios de agosto.
Cuando es joven el tronco tiende a curvarse, por lo que, en ocasiones, será necesario, ayudarle con un tutor.
Las semillas saldrán a los 30 años de edad, aproximadamente, y se asemejan a una ciruela. El abonado ha de hacerse una o dos veces al año, y es extremadamente resistente a plagas y enfermedades.
Árbol místico y de leyenda
Se cultiva también como bonsái de exterior.Debemos protegerlo cuando llegue el pleno verano y en época de crecimiento regarlo abundantemente.
De primavera a otoño, haremos la fertilización dos veces al mes, y hasta que alcance los diez años de edad, la realizaremos una vez al año. Durante esta época lo trasplantaremos a principios de primavera, y después cada dos o tres años.
El ginkgo siempre ha estado rodeado de un halo de misticismo y leyenda. Se le considera el árbol de la esperanza y de la vida gracias a su resistencia.
En la Segunda Guerra Mundial, la bomba de Hiroshima afectó a cuatro ejemplares de ginko que aún siguen vivos, uno de ellos se ha hecho muy famoso y se ha construido un templo alrededor de él.
En China existen ginkgos de hasta 4.000 años de antigüedad. En España se le conocía como árbol de los 40 escudos por ser un ejemplar caro de adquirir.
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Fuentes: Bonsaimania.com, Xs4all.nl, Botanical-online.com