Errores en el riego de jardín.
Los errores en el riego de tu jardín, junto con el de las plantas en macetas y jardineras suelen ser habituales, es por ello que en este artículo te quiero mostrar algunos de ellos.
Errores en el riego de jardín.
Los errores en el riego de tu jardín, junto con el de las plantas en macetas y jardineras suelen ser habituales, es por ello que en este artículo te quiero mostrar algunos de ellos.
El riego desde arriba no es el más eficiente desde el punto de vista de conservación de agua, pero hay momentos en que por tiempo o comodidad se suele realizar.
La época del verano es especialmente importante para sacar el máximo provecho a cada una de las gotas de agua que vayas a emplear en el riego de tu jardín ya que es la época en que el agua evapora con mucha más rapidez.
Con tanta información al respecto en cuanto al riego de tu jardín, te traigo algunas consideraciones importantes.
1. Las plantas necesitan de 3 centímetros de agua por semana.
Suele ser muy habitual que esta regla se dé para el correcto riego de las plantas, pero la verdad es que las plantas varían ampliamente en sus necesidades de agua.
Las plántulas jóvenes y nuevos trasplantes tienen sistemas de raíces limitados y necesitan un suministro constante de humedad, por lo que pueden necesitar riego diario si el clima es soleado y hace mucho calor.
Los árboles y arbustos establecidos, por el contrario, pueden necesitar riego suplementario sólo durante los períodos de sequía prolongados, ya que tienen sistemas de raíces más extensas.
La cantidad de agua que necesita una planta depende de un número de factores, incluyendo el tipo de planta, su etapa de crecimiento, el tipo de suelo, clima y época del año.
La mejor manera de regar la mayoría de las plantas es mediante la aplicación de la suficiente agua para humedecer todo el sistema radicular de la planta, y luego dejar que la tierra se seque un poco antes de volver a regar.
La técnica de aplicar lenta y constantemente agua para que sea absorbida por el suelo en lugar de regar en abundancia, como con una manguera durante un corto periodo de tiempo, es mucho más efectiva ya que vas a conseguir que el suelo de tus plantas esté permanentemente humedecido sin llegar al encharcamiento.
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2. El marchitamiento es una señal de que es hora de regar.
Sí, el marchitamiento es una señal de que las hojas no están recibiendo suficiente humedad, pero eso no significa necesariamente que el suelo este seco.
Cualquier circunstancia al margen de la falta de humedad puede causar el marchitamiento de tus plantas.
Las raíces de tus plantas necesitan un suministro relativamente constante de aire y agua. Tener muy poca agua en las raíces puede causar que mueran por falta de humedad.
De todas formas, también el exceso de agua mediante llenar los espacios de tu planta de abundante agua puede sofocar las raíces.
Por ello, los extremos, en este caso ambas situaciones reducen la capacidad de la planta para suministrar suficiente agua a los tallos y hojas, lo que resulta en un marchitamiento.
Las enfermedades de la raíz o incluso los insectos del suelo también pueden dañar las raíces hasta el punto de que no puedan hidratar completamente la planta.
El daño a los tallos también puede causar marchitamiento. Algunas enfermedades e insectos impiden la distribución de agua en toda la planta, provocando que algunos o todos los tallos se puedan marchitar.
La única manera de saber si la falta de agua está causando marchitamiento es comprobar la humedad del suelo.
Las gotas de agua no van a quemar las hojas, incluso en el día más soleado.
3. El riego en un día soleado puede quemar las hojas.
Hay buenas razones para evitar el riego de tu jardín en una tarde soleada, pero el hecho de que creas que hacerlo va a chamuscar tus hojas, no es una de ellas.
El mito de que las gotas de agua actúan como pequeñas lupas y queman las hojas de la planta no tiene ninguna base en la realidad, y cualquiera que haya visto el sol cuando sale después de una lluvia de verano sabe que el agua se evapora rápidamente.
Este tipo de daño en las hojas puede ser causado por todo tipo de circunstancias como por ejemplo una quemadura de un fertilizante muy inapropiado junto con la poca o nula humedad del suelo, problemas de enfermedades o insectos, condiciones climáticas, como el viento o las heladas, por nombrar algunos.
En cualquier caso trata de evitar el riego en las tardes de sol para reducir al mínimo la cantidad de humedad perdida por evaporación, pero no te preocupes por las quemaduras de las hojas, ya que así no se queman.
4. Evita regar por encima con un aspersor.
Por lo general es mejor aplicar agua directamente al suelo alrededor de las plantas en vez de regar con una regadera.
Haciéndolo así se pierde mucha menos agua por evaporación, especialmente en los días calurosos y soleados.
El follaje permanece seco, reduciendo al mínimo los problemas de enfermedades, pero hay veces en que una buena rociada a la planta también es beneficiosa.
Durante el clima seco y ventoso una fina capa de polvo puede acumularse en las hojas, lo que reduce la capacidad de las plantas para la fotosíntesis de manera eficiente.
Algunos insectos, incluyendo los áfidos y ácaros de araña, entre otros muchos se pueden mantener bajo control con sólo una rociada en las hojas de las plantas para que se retiren.
Por último, las plantas con algún tipo de estrés por el calor que se han marchitado sus hojas, aunque sus raíces están húmedas, se pueden beneficiar de una rociada de enfriamiento y aunque el efecto no durará mucho tiempo en un día soleado sí que es cierto que puede proporcionar un gran alivio.
5. Las plantas tolerantes a la sequía no necesitan ser regadas.
Hay muchas plantas que son tolerantes a la sequía pero no por ello no tienen que ser regadas y más durante la siembra o durante su primera temporada de crecimiento.
Las plantas necesitan un constante suministro de agua durante su primera estación de crecimiento, hasta que sus raíces crecen y se hacen más robustas.
Las tienes que regar como lo harías con tus flores anuales en su primera temporada y durante su segunda y siguientes estaciones de crecimiento por resistentes que sean a la sequía ya que pueden necesitar agua suplementaría sólo durante los períodos secos y prolongados.
Ten en cuenta que el hecho de que una planta sea tolerante a la sequía, no significa que no le va a ir peor con un suministro regular de humedad, al contrario será mucho mejor.