El nombre científico de la glicinia, Wisteria sinensis, es un arbusto trepador que puede alcanzar hasta los 10 metros de altura.
Dependiendo del origen de la planta, encontramos distintas variedades de la glicinia, que podemos distinguir en dos: las glicinas de China y las que proceden de Japón.
(Imagen/ Flickr: Ian Sane)
Descripción
Todas las glicinas tienen en común sus hojas caducas de forma oval y con superficie peluda ligeramente sedosa.Las flores, que pueden tardar varios años en salir, son la parte más espectacular de esta trepadora, ya que en primavera suele producir hermosos racimos colgantes de unos 15 cm. llenos de flores de color violeta.
También florece en otoño y, ocasionalmente, en verano, pero con floraciones más débiles.
Existen algunos tipos de glicinas que tienen flores rosas o blancas, gracias a los trabajos botánicos que, durante años, han hecho muchos jardineros.
Al ser una planta leguminosa, produce legumbres aterciopeladas de entre 10 y 15 cm. de longitud.
Usos y reproducción
La glicina es una planta ornamental por antonomasia. (conoce los distintos tipos de plantas ornamentales en este reportaje).Suele ser la mejor solución para cubrir celosías, vallas y pérgolas, y producir bonitos toldos vegetales que resguarden del sol en el jardín o en el porche de la casa. Asimismo, si no dispones de mucho espacio, puedes utilizarla para decorar tu balcón o patio.
Es generosa con su floración por lo que quedará vistosa y elegante en cualquier lugar.
Cuidado si la enredamos demasiado, porque cuando crece puede romper los soportes arquitectónicos endebles.
El mejor modo de reproducir esta especie es mediante acodo en otoño. Si optamos por las semillas, el proceso de floración tarda mucho más en surgir y hasta que no han pasado unos años no produce flores. El momento adecuado para transplantar es en verano.
(Imagen/ Flickr: doug_wertman)
Cultivo y cuidados
La glicina es una planta resistente, fácil de cultivar y con gran capacidad de adaptación.Puede aguantar bien las heladas, pero las condiciones idóneas para esta planta pasan por tener un emplazamiento cálido y muy soleado.
Respecto al terreno, es mejor que el suelo no sea excesivamente calcáreo y que esté bien drenado.
Normalmente se desarrolla rápidamente, con un crecimiento fuerte y sostenido, y dura muchos años.
Debemos regar con cuidado para no pudrirla: siempre con cuidado y evitando que la tierra no se quede muy seca. Si el terreno necesita ser enriquecido, es mejor optar por abonos orgánicos.
Para mantenerla sana, quitaremos cuidadosamente las flores que se vayan marchitando y podaremos en verano, sin excedernos retirando las ramas secundarias a 20 cm y volviendo a cortar en enero, dejando unas tres yemas.
- Otras plantas resistentes de exterior en este reportaje.