En cuanto a este segundo aspecto, como ya os he comentado anteriormente, la eficiencia de un tratamiento de pulverización depende en gran medida de la cobertura y del tamaño de gota con el que pulvericemos nuestras plantas. La herramienta que se encarga de regular estos aspectos es la boquilla. Por eso, es importante tener una amplia gama de boquillas con nuestro pulverizador que nos permita cambiarla dependiendo de la aplicación que queremos hacer.
Como ya he comentado alguna vez, los pulverizadores MATABI vienen con un kit de boquillas de serie, por lo que no tienes que preocuparte por comprarlas. Ya sabéis que de vez en cuando me gusta hablar de diferentes productos que me parecen interesantes, así que, hoy os quería hablar específicamente de la boquilla de cuatro orificios de MATABI.
Esta boquilla tiene como características principales una buena cobertura y una buena penetración, debido a que esta boquilla permite obtener gotas finas con un caudal alto (1L/min), gracias a 4 orificios que generan 4 conos huecos dispuestos de tal manera que se solapan formando un único cono lleno, logrando así una cobertura total de la superficie tratada en una única pasada. Ahorrando tiempo y producto.
Estas características hacen que la boquilla de 4 orificios sea ideal para la aplicación de fungicidas e insecticidas en cultivos frondosos donde se requiere un alto grado de penetración, por lo que se aconseja trabajar a 3 bares de presión.
La versatilidad de esta boquilla, hace que se pueda utilizar en aplicaciones de suelo, laterales en cultivos de espaldera y aplicaciones en altura para frutales.
Si todavía no sabes qué boquilla necesitas para tu aplicación, este vídeo puede orientarte:
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