Las palmeras aunque no lo creas podrían sorprenderte más de lo que crees. Seguramente, porque la forma de sus hojas, el aspecto de su tronco y su apariencia contrasta demasiado con lo que estamos acostumbrados a observar en el resto de los árboles.
Para encontrar el origen de la palmera tenemos que mirar hacia las zonas cálidas de nuestro planeta. Allí, en las áreas tropicales y subtropicales, es donde vamos a encontrar su hábitat natural, pues es este tipo de clima el que las beneficia.
Aquel que se proponga descubrir el mundo que rodea a la familia de las palmeras, se percatará de que existen multitud de especies, aproximadamente 2.800, siendo todas diferentes y contando cada una con características propias que las definen y las hacen dignas de portar el calificativo de 'exotismo vegetal'.
Si bien en España las palmeras constituyen un mero elemento puramente estético, los que disponen de ellas en las zonas del trópico extraen de las mismas un gran beneficio.
Además, en zonas aisladas, la palmera es, en muchas ocasiones, la base de la supervivencia humana. Su alimento, el coco, es muy utilizado en repostería y en toda la gastronomía en general y la madera extraída de su tronco puede ser de gran utilidad junto a las fibras que se extraen de la misma.
Más de 2.800 especies diferentes
Estas especies no se distribuyen de la misma manera. De hecho, no tenemos que viajar hasta otras latitudes para encontrarlas.Precisamente en nuestro continente, en Europa existen varias especies: por un lado está el Palmito, cuyo nombre científico es 'Chamaerops humilis' y la Palmera Canaria o 'Phoenix canariensis' que, como su propio nombre indica, se encuentra en las denominadas Islas Afortunadas. Existe otra especie europea que se ha descubierto recientemente; se trata de la 'Phoenix theophrasti' y es muy parecida en aspecto a la Palmera datilera.
Si cruzamos el Estrecho de Gibraltar y nos colocamos en el continente africano, hallaremos una cantidad asombrosa de especies de palmeras, aproximadamente, unas 120, mientras que si nos trasladamos a tierras todavía más lejanas como las Islas Comores, las Seychelles o las Mascareñas, podremos descubrir más de 130 clases diferentes y todas autóctonas.
Los Trópicos de Asia recogen unas 1.400 de estas especies, en América se hallan unas 800 y, por último, el continente australiano nos ofrece unos 400 tipos diferentes.
En España es posible encontrar unas 60 ó 70 especies repartidas en viveros, parques y jardines. La presencia de la palmera dentro de los parques, de hecho, está proliferando en gran medida debido a su exotismo y su originalidad.
Algunas de las más famosas son la Areca, 'Dypsis lutescens', que es una palmera de dimensiones reducidas, por lo que suele elegirse para tenerla como planta de interior en viviendas.
Otras especies famosas son la Camaedorea, 'Chamaedorea elegans' y la Kentia, 'Howea forsteriana', muy abundantes en las inmediaciones de la playa mediterránea.
Si nos vamos acercando a climas más cálidos, como los de las Comunidades Autónomas de Cádiz y Málaga, encontraremos ejemplares del Coco Plumoso, 'Syagrus romanzoffiana', que lleva más de una década cultivándose en Andalucía. El secreto de esta palmera es su gran resistencia, lo que la hace muy fuerte a los elementos, siempre y cuando no se produzca heladas agresivas.
Una climatología ideal
Las Islas Canarias presentan, por su clima, el entorno idóneo para el cultivo de muchas especies de palmeras como, por ejemplo, el Cocotero, 'Cocos nucifera', que quizá sea el tipo más famoso pero muy difícil de mantener debido a la exigencia de un clima tropical.La Palmera Canaria es la especie por excelencia dentro de las Islas que la dan nombre, como también es conocida la Palmera Datilera. Aunque estos dos tipos son muy similares, existe un dato que las diferencia y es que mientras que la Canaria resiste hasta los -8 grados centígrados, las hojas de la Datilera se queman llegando a -4º.
Existe un tipo de palmera que se cultiva íntegramente dentro de nuestras fronteras: el Palmito, 'Chamaerops humilis'. Esta palmera autóctona pertenece al bosque que rodea el Mar Mediterráneo y la podemos encontrar en estado salvaje ya que no necesita muchos cuidados puesto que resiste inviernos muy duros.
Otra palmera que resiste bien el frío, hasta los 20 grados bajo cero, es el Palmito Elevado, muy cultivada en el centro de la Península Ibérica y fácilmente reconocible por las 'crines' de su tronco.
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Jesús Morales, Ingeniero Técnico Agrícola
infojardin.com
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Imágenes/ Flickr: victor mendivil, ♪ ORY ♪, soskas, CARLOS GUILLAMON, d.guija