La huerta que nos alimenta bien
Aumenta la sensibilidad ecológica y el cuidado de la alimentación. Los huertos urbanos surgen como respuesta a la búsqueda de hábitos más sanos.
Somos lo que comemos y hoy en día de eso no sabemos mucho. Acostumbrados a lo cómodo, fácil y, sobre todo, rápido, desgraciadamente la alimentación no está entre nuestras principales preocupaciones. Entrar en una frutería y encontrar ese olor peculiar que acompaña al sabor intenso y real de un tomate, es realmente difícil.
En una sociedad en la que prima lo artificial, los alimentos se encuentran también dentro de un proceso antinatural en el que se modifican sus genes para crear productos perfectos, pero que provocan daños irreversibles en el medioambiente. Los alimentos transgénicos están al orden del día y, sin quererlo ni apreciarlo, forman parte de nuestra alimentación.
Como reacción a toda esta clase de adoración por lo artificial, surgen movimientos sociales como el slow food o slow life que reivindican la cultura de lo natural en la que se respeta el tiempo de cualquier proceso o actividad.
El ritmo de vida se ha ido incrementando con el paso de los años. Cada vez hay más compromisos y menos tiempo, por lo que hay que racionalizar las 24 horas del día en un apretado horario que nos permita cumplir con todas nuestras tareas. A este veloz ritmo de vida se han ajustado nuestras comidas, por lo que cada vez son más comunes los alimentos precocinados (calentar y listo) y los restaurantes de comida rápida. Pero como una moda más que viene y va, la excesiva proliferación de este movimiento fast food ,ha provocado reacciones adversas dentro de la sociedad.
Por qué son importantes las huertas urbanas
Retrocedamos en el tiempo para recuperar la esencia de nuestros mejores alimentos y nuestras manos vuelven a la tierra para cultivar lo mejor de nosotros. Crear un huerto se ha convertido en una bonita, natural y ecológica moda que muestra la preocupación latente por lo que comemos. Además, el entretenimiento y la satisfacción que produce el cuidar lo que vas a comer, ha provocado un gran interés por esta filosofía de vida.Mientras que en la actualidad, la vida en la ciudad puede suponer un inconveniente a la hora de buscar un lugar apropiado para instalar un huerto, el espacio ya no es un problema. Terrazas y balcones son totalmente aptos para plantar nuestros alimentos. Sólo necesitamos unas pequeñas macetas o, en el mejor de los casos, poseer el huerto de Leopoldo. Un sistema cómodo, práctico y que no ocupa espacio; para cosechar hortalizas, hierbas culinarias, plantas aromáticas o medicinales. Consta de una estructura metálica elaborada con productos 100% reciclables, sus bandejas están forradas de rafia sintética impermeable y cuenta con un drenaje que evita que un exceso de riego perjudique el cultivo.
Este huerto urbano nos permite disfrutar del placer de consumir alimentos cultivados por uno mismo y de una forma más ecológica.
Consejos prácticos para tu pequeño huerto
Primero deberíamos mirar qué podemos plantar, y desde la siguiente infografía nos viene perfecta:1.- Entre los productos más prácticos que podemos plantar en casa están los tomates, las cebollas, los pimientos, la manzanilla o el perejil.
2.- La primavera es una buena época para el cultivo de hortalizas y vegetales ya que no hay heladas por la noche.
3.- El riego se debe ajustar a cada época del año, a la cantidad de plantas y al clima. Mientras que en invierno solo necesitaremos regarlas una pocas veces, una o dos veces a la semana, en verano deberemos hacerlo con más frecuencia.
4.- La luz es importante, puede arruinar directamente nuestro huerto. La mejor orientación es hacia el sur (Si nos situamos en España), donde las plantas obtendrán la luz y el calor necesarios para un adecuado crecimiento.
5.- Respecto al fertilizante y abono, dependerá de las plantas. Aquellas de las que se come el fruto, como el tomate, el pimiento o la berenjena, necesitan más que las cebollas o las lechugas. Suele realizarse dos o tres veces al año, sin cambiar el contenido de la cubeta y añadiendo sólo los nutrientes necesarios.
6.- La ventaja de realizar el cultivo en un espacio tan pequeño es que es menor la posibilidad de que aparezcan plagas. Las más comunes son el pulgón y la mosca blanca que se eliminan pulverizando agua jabonosa. Para la araña roja lo mejor es colocar pieles de cebolla alrededor de la planta para que actúen como repelente.
7.- Con todo ello acercaremos olores, sabores y texturas propias del mundo rural a nuestra casa.
Información extraída desde el artículo publicado en OVACEN donde hay una guía sobre huertas en casa y sus características. Vale la pena probar ser un agricultor urbano! Es divertido, participa toda la familia y comeremos alimentos sanos, que más podemos pedir.