Cultivador: San McGredy
Variedad: Floribunda
Flor: Clásica. 25 pétalos 8 centímetros de diámetro
Color: Amarillo dorado
Perfume: Si, medio
Altura: 75 a 100 cms.
La rosa Arthur Bell es un floribunda de color amarillo dorado, que a medida que van envejeciendo pasa a color crema.
Esta rosa se la debemos al viverista Sam McGredy IV, que la presentó en Irlanda del Norte en 1965, que la registró bajo el nombre T11 AgCan.
Pocos saben que el nombre de Arthur Bell, es en honor al fabricante de Wisky escocés Arthur Bell & Sons, y la recompensa por ponerle este nombre, fue el compromiso por parte del fabricante de proporcionar al criador, suministro de Wisky de por vida.
Los ascendientes parentales de la rosa Arthur Bell son las rosas Cläre Grammerstorf y Picadilly.
El rosal Arthur Bell florece desde principios de primavera hasta bien entrado el otoño, con flores de color amarillo que pasan a crema, a medida que envejecen en el arbusto.
Sus rosas son de unos 7 a 8 centímetros de diámetro, y tienen hasta 25 pétalos. Aparecen en ramilletes con capullos altos y centrados, que pasan a tener forma de copa. Son flores son muy perfumadas, habiendo recibido premios por su fragancia.
Como arbusto es vigoroso, apto para crecer en jardines pequeños y en contenedor. Su follajes es verde brillante. Suele medir entre 75 centímetros y un metro de alto, con unos 60 centímetros de diámetro.
De esta variedad existe una versión trepadora, un spot (mutación natural) aparecido en 1978, y que se conoce como Arthur Bell Climbing.
Cuidados del rosal Arthur Bell
El rosal Arthur Bell está considerado como un rosal vigoroso y resistente a la lluvia, según muchas tiendas online de rosales, no defrauda.Uno de los premios que ha recibido, es el que ofrece la RHS (Royal Horticultural Society). El premio al mérito, es un galardón que se otorga anualmente, a plantas que tienen un buen rendimiento.
Exposición al sol
Es un rosal que debe estar al sol, no soporta bien la sombra. Como la mayoría de los rosales, si queremos que crezca adecuadamente, lo mejor es que reciba 6 horas de sol directo como mínimo.
Según los viveristas, no tiene problema para adaptarse a cualquier tipo de clima, sea más cálido o más frío.
Ubicación
La rosa Arthur Bell es perfecto para jardines pequeños, incluso para ser cultivado en macetas.
Como ocurre con la mayoría de los rosales, la precaución que hay que tener está en sus raíces, no soportan el encharcamiento…
Si el lugar donde lo vamos a ubicar, tiene problemas y no filtra bien, hay que añadir mejoradores del suelo. También es conveniente, añadir compost en el hueco de plantación.
Abonado
Los rosales son arbustos que necesitan un suelo fértil para crecer sanos y florecer bien.
El consejo es bastante básico y genérico, al final de la primavera hay que añadir abono orgánico de origen animal, para mejorar el suelo alrededor del arbusto.
Con esto lo que conseguimos es un objetivo doble, por un lado aportamos nutrientes y por otro, mejoramos el suelo y la humedad de las raíces.
Posteriormente, durante la época de floración hacia el verano, debemos añadir un abono de mantenimiento. Como norma se utilizan abonos químicos que tienen una liberación rápida.
Riego
Para un riego adecuado, hay que regar el rosal dos o tres veces a la semana de forma abundante.
Si en el jardín tenemos riego automático, tampoco es problema, pero si podemos aumentar la cantidad de agua que recibe el rosal, mucho mejor.
Poda
Se puede dar la circunstancia de que tengamos un rosal arbustivo del Arthur Bello o un rosal trepador.
Dependiendo de la variedad, cada uno necesita un tipo de poda distinto…hay que tenerlo en cuenta.
El rosal habitual será el arbustivo.
Es un rosal que tenemos que podar en forma de vaso. La poda tiene como objetivo retirar las ramas muertas, débiles o dañadas.
También hay que eliminar las ramas que crecen hacia el interior del arbusto, que dificultarán el movimiento del aire, y que pueden facilitar la aparición de hongos.
La poda hay que llevarla a cabo al final del invierno, comienzo de la primavera. Durante la época de floración, hay que eliminar las rosas que se van secando, para facilitar la aparición de nuevos botones florales.
Plagas
El rosal Arthur Bell es vigoroso y resistente a las enfermedades típicas de las rosas, pero eso no evita que debamos estar vigilantes a la aparición de los hongos típicos del rosal.
Hay ocasiones al principio de la primavera, que el calor y la humedad crean el ambiente perfecto para que los hongos proliferen, por eso no debemos descuidarnos.
Ante los pulgones y arañas rojas, típicas plagas de los rosales, hay que utilizar fungicidas o insecticidas sistémicos.