A continuación, compartiremos algunos tips para que la alquimia resulte en tus propias soluciones naturales.
En primer lugar, uno de nuestros aliados más conocidos es el bicarbonato que combinado con jabón en pan blanco y aceite, se potencia como plaguicida.
¿La receta?
Diluir una cucharada colmada (tipo café) en 1 litro de agua, agregar una punta de la cuchara con jabón neutro y cuatro cucharadas soperas de aceite de oliva. Agita bien la emulsión, y aplica inmediatamente con pulverizador sobre las hojas; para que no pierda su efecto. Luego desechar la preparación que haya sobrado.
En segundo lugar, la glicerina es un alcohol líquido con múltiples beneficios, su uso acelera el proceso de compostaje; el invierno es la estación perfecta para potenciar la tierra de tus plantas.
También, su aplicación en trasplantes recién hechos, ya que favorece el enraizamiento.
En tercer lugar, un insecticida: Macerar tabaco en agua durante aprox. 7 días, luego usar ese líquido diluido al 10% nuevamente en agua para pulverizar sobre la las hojas afectadas. Verás los efectos de la nicotina contra pulgón y cochinilla entre otros insectos. Si fumas, tal vez dejes!
Estas opciones, además de ser sencillas de aplicar, son orgánicas. Es decir, que al utilizarlas nos convertimos también en aliados del medioambiente.
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