Hola amigos, ¿cómo estáis?
Hoy me gustaría hablaros del Prunus, o Pruno, un género perteneciente a la familia Rosaceae, con especies tan extendidas como el cerezo, el almendro o el melocotonero. Como curiosidad, debido a sus propiedades mucha gente las describe como una familia aparte, sin relación con las Rosaceae.
De entre sus casi 500 especies, la gran mayoría son propias del hemisferio norte, situando su florecimiento con el inicio de la primavera, entre los meses de marzo y abril. Como consecuencia, se germina su fruto, casi siempre de hueso. Su enorme variedad permite encontrar árboles tanto de hoja perenne como caduca.
Cultivar Prunus en nuestro jardín es, sin duda alguna, un sabia decisión, ya que nos permitirá cosechar nuestra propia fruta y disfrutar de sus productos derivados, como el aceite. No obstante, hay que indicar que, a pesar de no necesitar un gran conocimiento y experiencia previa con este tipo de planta, sí que requiere unos cuidados especiales.
Un ejemplo de ello lo vemos con el Prunus Persica o melocotonero, el cual necesita grandes cantidades de nutrientes y sobre todo, de nitrógeno, lo que se solventa con un abono rico en dichas características.
Asimismo, otros usos destacados pasan por emplear su resina como ambientador natural debido a su agradable fragancia. En cuanto a su madera, es empleada como remedio contra enfermedades tan comunes como fiebres, dolores estomacales o diversos venenos.
¿Y vosotros, tenéis alguna especia de Prunus en casa? ¿Cuál?
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Imágenes / Flickr: Drew Avery - Markles55/Flickr.
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