El cultivo de las rosas se encuentra tan difundido que no hace mucha falta describirlas, pero más allá de los híbridos de flores grandes y las floribundas, existe una amplia variedad de rosas: antiguas, arbustos modernos, trepadoras, rastreras, en miniatura, etcétera. Las rosas en miniatura son el grupo más apropiado para cultivar en jardines y ventanas.
Durante los últimos años las rosas han ganado popularidad y, mientras que años atrás los amantes de estas hermosas flores precisaban grandes macetas para cultivarlas, ahora pueden albergar hasta en el jardín más pequeño. Rosales, variando las formas, los colores y aromas.
Los rosales en miniatura pocas veces sobrepasan los 45 cm de altura y producen flores año tras año, con un mínimo de requisitos y cuidados, y sobrevivirán en el exterior en el invierno.
Conoce los cuidados de las Rosas en primavera y verano
Trasplanta tu rosal a principios de la primavera o en otoño, haciendo uso de un compost rico y que retenga la humedad. Proporciónale un buen drenaje y asegúrate de que los agujeros de la base del recipiente no se encuentren obstruidos. Si has comprado un rosal en maceta, cámbialo a un recipiente una o dos medidas más grandes. Pero, si la planta la has sacado directamente de la tierra y posee sus raíces desnudas, lo mejor será cortar los trozos de raíz que estén muy largos, doblados o dañados.
Usa una maceta un poco más ancha que la expansión de las raíces y coloca la planta una profundidad un poco mayor que la que tenía anteriormente. Es fundamental que la planta quede bien firme en el compost; riega bien alrededor de la planta para que quede establecida. Una vez que las plantas se encuentran establecidas, no hará falta volverlas a trasplantar a un recipiente mayor; la poda anual le ayudará a mantener la forma.
Poda los rosales a principios de primavera o en otoño y en el caso de los rosales miniatura, corta los tallos recién plantados, hasta dejar tres o cuatro semanas del grupo principal de ramas y dejando siempre que crezca hacia fuera. De esta manera, la planta se expandirá hacia los lados en vez de congestionarse en el centro.
En el caso de las plantas establecidas, no será necesaria una poda drástica; corta los tallos del año anterior hasta tres yemas de la base y usa siempre tijeras bien afiladas. En lo que refiere a las plantas más altas, poda los especímenes jóvenes de la misma manera que los de miniatura, pero las próximas temporadas corto un tercio de los tallos nuevos. Deja los tallos débiles en dos o tres yemas y retíralas por completo se encuentran deteriorados.
Por el recipiente en un lugar soleado protegido de los vientos fuertes. Riega los rosales abundantemente en primavera y verano, agregando un fertilizante líquido cada tres semanas, aplica la mitad de la cantidad aconsejada en la etiqueta. Cuando las flores estén marchitas, córtalas en la base con un par de tijeras afiladas para fomentar el desarrollo de flores nuevas.
Cuidados del Rosal en otoño e invierno
Al inicio del otoño, disminuye la cantidad de agua. Las plantas pueden ser cambiadas de recipiente en otoño, y también en primavera. Asimismo, en las regiones de clima templado la poda se puede realizar en otoño, pero solamente en aquellas zonas donde no exista el riesgo de heladas fuertes. En las zonas frías, extiende una capa de material descompuesto o paja sobre el compost para que las raíces queden protegidas.
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El moho, la araña roja, las orugas, el mosquito verde, el pulgón y la cochinilla, entre otras plagas, pueden ser un gran problema para los rosales. Aplica un producto apropiado tan pronto como las descubras. ¿Qué te ha parecido este post sobre el cultivo de las rosas?