Aquellos/as que disfruten de un clima cálido se enfrentan a un pequeño desafío cuando hablamos de cultivar bulbos que florecen en primavera. Y es que algunos de los bulbos más famosos para cultivar necesitan un período de invierno frío que permita mandar señales para que empiece a emerger.
En las zonas climáticas de más frío, dejando el bulbo en la tierra es suficiente, pero en las zonas más cálidas, a menudo necesitan temperaturas más bajas y necesita de nuestra actuación.
Sin embargo, existen alternativas de bulbos muy interesantes para cultivar en zonas cálidas. Los bulbos famosos que florecen en primavera, como narcisos y tulipanes, se pueden cultivar en climas calurosos si se preparan previamente y se adelanta el periodo de plantación.
Este sistema no es complicado y tan solo necesitaremos un frigorífico como el que tenemos en casa. Si recuerdas nuestro artículo sobre la estratificación de semillas, es un proceso parecido donde simulamos que el bulbo o la semilla ha sido sometido al frío del invierno, aunque no sea la realidad.
En este artículo queremos presentarte una lista de bulbos de primavera que no necesitan frío para su brotación, por lo que son ideales para climas cálidos. En general, la mayoría de los bulbos que florecen en primavera se suelen plantar en la temporada de otoño e invierno.
Como consejo adicional, cuanto más cálido sea tu zona climática, más tarde debe plantar.
Bulbos de primavera que soportan climas cálidos
1. Género Crinum
El género Crinum pertenece a la familia Amaryllidaceae, presentando inflorescencias en forma de trompeta y agrupadas en 4 o 5 flores. Estos bulbos de primavera tienen tonalidades blancas, rosadas o la mezcla de ambas.
Este género se planta mostrando la corona del bulbo por encima del suelo. Requieren buenas condiciones de humedad y soportan temperaturas cálidas de primavera y verano.
En el género Crinum encontramos más de 100 especies, aunque solo un grupo pequeño se cultiva como plantas ornamental.
Condiciones de cultivo: los bulbos no se entierran por completo y se cultiva a pleno Sol a sombra ligera.
Tonalidades de color: blanco, rosa, rojo o bicolor.
Tipo de suelo: buena fertilidad y conservación de humedad, no dejando que se seque entre riego y riego.
2. Allium (Allium spp.)
Allium no necesitará ningún tipo de tratamiento de frío especial para crecer en jardines cálidos. Lo bueno de este género es que encontramos muchas variedades donde elegir.
Los bulbos de primavera Allium guardan relación con hortalizas tan conocidas como la cebolla y el ajo. De hecho, esto es lo que hace que por lo general, el aroma que desprende de sus polifenoles ahuyente a insectos.
Entre los bulbos de primavera más famosos de este género encontramos el ajo ornamental y la cebolla ornamental.
Las flores de Allium suelen presentar inflorescencias en forma de umbelas esféricas que descansan sobre tallos largos y rectos. Entre todos los cultivares, encontramos una gran variedad de colores y tamaños de planta para realizar las combinaciones que queramos en nuestro jardín.
Entre los cultivares más conocidos se encuentra, ‘Purple Sensation’, de color púrpura y Allium cristophii (conocido como estrella de Persia) , de colores rojizos y anaranjados muy llamativos
Condiciones de cultivo: soporta gran abanico de temperaturas, cultivado a pleno Sol
Tonalidades de floración: morado, azul y blanco.
Tipo de suelo: buen drenaje, seco entre riegos.
3. Género de bulbos Gloriosa
El lirio gloriosa (Gloriosa superba) es un bulbo de tipo perenne adaptado a climas cálidos. Tiene la capacidad de poder trepar por otras plantas, alzando sus inflorescencias de color rojizo por encima del follaje.
De ahí que este bulbo de primavera también sea conocido como lirio trepador. Además de en el jardín, también se puede cultivar en macetas.
Aunque la mayoría de bulbos que estamos presentando suelen cultivarse a pleno Sol, Gloriosa puede cultivarse también en zonas algo más sombrías. Su floración se produce a inicios de verano (julio y agosto), pudiendo adelantarla si cultivamos el bulbo en interior y posteriormente trasplantamos.
Condiciones de cultivo: temperatura óptima de 25 ºC, cultivado a pleno Solo o sombra parcial.
Tonalidades de floración: rojo brillante.
Tipo de suelo: fértil (rico en materia orgánica), buen drenaje y humedad media.
4. Tulipanes
Los tulipanes son otro de los famosos bulbos de primavera que necesitan un enfriamiento previo para crecer como plantas perennes en climas cálidos. Además, requieren temperaturas primaverales frescas, por lo que si tu jardín es muy cálido, necesitas buscar variedades de floración temprana.
Para conservar los bulbos de primavera, desentiérralos una vez las hojas se hayan secado, normalmente antes de la entrada del verano. Conserva los bulbos en una zona seca y replántalos a mediados de octubre.
A partir de aquí, si la variedad elegida necesita frío, consérvalos en un tapper bien seco y dentro del frigorífico durante 3 meses, aproximadamente.
En un jardín cálido, la fecha óptima para plantar tulipanes es a finales de invierno.
Condiciones de cultivo: se cultivan a pleno sol o semisombra, soportan bien el frío y no toleran ambientes muy húmedos.
Tonalidades de la floración: prácticamente todos los colores.
Fecha de plantación: enero o febrero.
Tipo de suelo: buen drenaje, fertilidad media y conservación de humedad ligera en todo momento.
5. Clivia (Clivia miniata)
El lirio Clivia es otro bulbo de primavera perteneciente a la familia Amaryllidaceae. Suele cultivarse como planta de interior y presenta racimos de flores de aspecto tubulares y tonalidades brillantes sobre tallos rígidos y rectos.
Se cultiva con facilidad en climas cálidos, floreciendo en invierno hasta principios de primavera, dado que sus flores son duraderas. Como hándicap, Clivia puede necesitar hasta 3 años antes de emitir las primeras flores.
Condiciones de cultivo: planta muy resistente y sencilla para cultivar los aficionados principiantes. Requiere buena iluminación, pero nunca Sol directo.
Tonalidades de floración: amarillo, naranja, rojo.
Tipo de suelo: buen drenaje y humedad media (media de riegos de 1 vez por semana ya que sufre por excesos de riego).
6. Narciso común (Narcissus tazetta)
Aunque encontramos muchsas variedades de narcisos, la especie Narcissus tazetta presenta un tamaño ligeramente inferior. Además, esta variedad de bulbos de primavera se adapta muy bien a climas cálidos.
Suele cultivarse tanto en el jardín como en macetas, floreciendo a finales de invierno y prolongándose hasta inicios de primavera. Estos bulbos son fáciles de propagar y suelen crecer en entornos secos.
Los narcisos se pueden cultivar también en macetas.
Condiciones de cultivo: habitualmente soporta temperaturas bajas, pero prefiere climas suaves o cálidos. Se cultiva en espacios bien iluminados
Tonalidades de la floración: Amarillo, dorado, blanco, bicolores
Plantación: a principios de otoño en el hemisferio norte, con separación entre bulbos de 10 cm.
Tipo de suelo: humedad media, suelo bien drenado, riego constante.
7. Campanillas de primavera (Leucojum vernum)
Leucojum vernum es una planta bulbosa de tipo perenne que puede llegar a alcanzar los 60 cm de altura. Es un bulbo de primavera que desprenden un olor similar a la planta violeta. Ofrece una floración con tonalidades blancas y buena resistencia al calor de primavera y verano.
Si buscamos una variedad que florece en verano, podemos escoger los bulbos de la variedad Leucojum aestivum, ya que la mencionada en este punto necesita condiciones algo más frescas.
Como consejo de mantenimiento, prefiere entornos de suelo húmedo y se cultiva a pleno Sol o semi-sombra. Está bien adaptado al entorno mediterráneo, especialmente en zonas costeras de mayor humedad.
Condiciones de cultivo: condiciones húmedas del mediterráneo con temperaturas suaves. Se cultiva a pleno Sol o sombra parcial.
Tonalidades de la floración: blanco
Tipo de suelo: condiciones húmedas y buen drenaje.
8. Lirio araña (Hymenocallis caroliniana)
Los lirios araña tienen una apariencia parecida a los narcisos araña, con una trompeta rodeada por 6 estrechos pétalos con forma de araña, pero nada tiene que ver con el lirio araña roja (Lycoris radiata), cuya floración es otoñal. Este tipo de bulbo también se plantan sin enterrar la cabeza, que debe quedar al descubierto.
Hymenocallis caroliniana prefiere condiciones de suelo húmedas, floreciendo a principios de primavera o mitad de verano en zonas más frías.
Condiciones de cultivo: tolerancia a un gran abanico de temperaturas, cultivándose a pleno Sol o semi-sombra.
Tonalid de sus flores: blanco
Tipo de suelo: condiciones húmedas con riegos frecuentes, suelo suelto y buen drenaje.
9. Lirio de corneta (género Watsonia)
El género Watsonia ofrece más de 50 especies de bulbos de origen sudafricano. Las especies ornamentales más conocidas son Watsonia borbonica y Watsonia meriana.
Watsonia engloba bulbos de primavera sencillos de cultivar y con bajos requerimientos de mantenimiento. Su cultivo es similar al de los gladiolos, almacenando los bulbos en invierno para replantarlos en primavera.
Su cultivo al aire libre requiere condiciones de clima cálido. De esta forma, puede comportarse como planta perenne y ofrecer una magnífica floración con tonalidades rojas, rosas, naranjas o incluso blancas. Su floración es tardía, pero ofrece un gran espectáculo ornamental en invierno que perdura hasta el inicio de la primavera.
Condiciones de cultivo: planta rústicas que se adaptan muy bien a todo tipo de ambientes, prefiriendo entornos secos y cálidos, cultivadas a pleno Sol.
Tonalidades de su floración: rosas y anaranjados.
Tipo de suelo: cultivados con baja humedad, riegos espaciados y dejando la tierra seca.
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