¿Cuáles son las plagas más comunes durante el verano?

Durante los meses de calor, aparecen en nuestros jardines y huertas ciertos visitantes que pueden echar a perder nuestras queridas plantas. Os estamos hablando de las plagas y enfermedades más comunes de la temporada estival. Para saber identificarlas, prevenirlas y mantenerlas a raya, desde Vivienda Saludable os compartimos hoy todos estos consejos. ¡Vamos por ello!


El pulgón


A partir de marzo y durante todo el verano, hacen acto de presencia estos pequeños bichitos de color amarillo, negro o verde en las hojas, en los tallos y, sobre todo, en los capullos de nuestras plantas, arruinando su crecimiento. Es la plaga más común en los jardines y huertas, pero a la vez es sencilla de erradicar, y no necesariamente con productos químicos. Y es que con soluciones naturales también podremos acabar con esta plaga. Por ejemplo, el jabón potásico es uno de los remedios caseros más utilizados y eficaces en las huertas ecológicas para combatir el pulgón, la araña roja o la mosca blanca. La proporción para hacerlo es de 1 litro de agua por cada 25 gramos de jabón.

Otro repelente natural que podemos hacer en casa es la infusión de ajo, elaborada con cinco dientes de ajo y un litro de agua. Es tan sencillo como machacar los ajos, mezclarlos en una olla con el agua y dejarlos tapados durante 24 horas. Después hay que calentar la mezcla a fuego suave durante veinte minutos. Para terminar, esperamos a que se enfríe, lo colamos y vertemos en un pulverizador con el que fumigaremos nuestras plantas durante tres días, evitando hacerlo en las horas en las que el sol actúa con más fuerza. Importante: esta infusión no mata, sino que repele, por lo que es conveniente utilizarla con carácter preventivo para evitar la aparición no solo de pulgones sino también de otras plagas como los ácaros
 

Hormigas


Siempre presentes, las hormigas no pueden faltar en una huerta o jardín en verano. Es la especie invasora por naturaleza y su presencia odiada por aquellos que intentan mantener un huerto en condiciones. ¿Por qué existe esta aversión hacia estos insectos? Principalmente porque se encargan de transportar las plagas de unas zonas del jardín a otras y de unas plantas a otras y, además, porque defienden a las plagas de otros depredadores. 

Erradicarlas es complicado porque cada hormiguero suma miles de ejemplares y porque se reproducen fácilmente. Sin embargo, la industria química ha avanzado mucho y ya tenemos a nuestro alcance distintos productos insecticidas que cumplen su misión a la perfección.

En cualquier caso, si queremos liquidarlas podemos utilizar métodos más naturales, como la tierra de diatomeas, que es una especie de talco proveniente de algas que se esparce por la tierra y que mata a las hormigas de forma natural. Las hierbas aromáticas también contribuyen a ahuyentar a las hormigas del huerto, por lo que una de las posibles soluciones puede ser plantar lavanda, tomillo o romero en nuestro rincón verde.  
 

Cochinillas


La cochinilla algodonosa es una de esas plagas incómodas por lo difíciles que son de eliminar. Se trata de un insecto chupador que 'ataca' a numerosas especies vegetales alimentándose de su savia y causando, así, graves problemas a la planta. El problema es que cubre su cuerpo con una especie de tela de araña para protegerse de la mayoría de los insecticidas. Y otro inconveniente añadido es que libera una sustancia azucarada que atrae a las hormigas, lo que les ayuda a combatir a otro depredadores. Y, evidentemente, la suma de cochinillas y hormigas es letal para nuestras plantas.

¿Cómo podemos librarnos de las cochinillas? Una solución, natural y ecológica, es recurrir al jabón neutro. Sin embargo, no siempre es tan efectivo como se espera, por lo que es habitual tener que terminar haciendo uso de insecticidas específicos, más dañinos con el medio ambiente, que podemos encontrar en tiendas especializadas.
 

Mosca blanca


Al igual que la cochinilla, la mosca blanca es una plaga que se sustenta con la savia de las plantas, lo que termina por debilitar e incluso matar a la especie. Combatir a la mosca blanca pasa primero por la prevención. Así, lo primero que necesitamos es tener una buena ventilación entre las plantas, y esto se consigue respetando las distancias necesarias. Además, tenemos que fomentar la biodiversidad del jardín o huerta, ya que si conseguimos que proliferen insectos beneficiosos, tendremos todas nuestras plagas controladas de forma totalmente natural. 

Si con la prevención no hemos conseguido evitar que aparezcan, no hay problema. Mezclando 25 gramos de jabón potásico en un litro de agua tendremos una potente mezcla muy dañina para la mosca blanca. Bastará con pulverizar las hojas afectadas para solucionarlo. La infusión de ajo que hemos mencionado anteriormente también resulta muy eficaz.

Esperamos que esta información te resulte útil y puedas mantener a raya a las plagas este verano. ¡Te esperamos en nuestro próximo artículo de Vivienda Saludable!
 
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Recomendamos