La zona concreta daba mucho juego debido a sus características, además de los propios problemas como era el drenaje y los elementos que ya contaba tanto naturales (árboles) como mobiliario (farolas, abordillado, edificio destinado a aseos y zona de juegos infantiles). Además debía dar continuidad a una zona de césped en uno de sus extremos.
A continuación algunas imágenes parque público antes de su evolución:
La zona tenía muy mal drenaje debido a la compactación del terreno, además de no existir canales de desagüe
El viento sopla considerablemente al ser una zona alta del municipio
El diseño debía acompañar a una zona de césped que se cortaba brúscamente en uno de sus extremos.
El edificio de los aseos estaba inmerso en la zona a restaurar.
El proyecto duró 1 año, aunque no solo era la restauración de esta zona, hubo tres más con el mismo objetivo, formar a 10 personas creando, a partir de zonas degradadas, áreas de jardines y/o parques.
Se realizaron aportes de tierra y sustratos para mejorar la calidad del suelo, se diseñó unos caminos para transitar por el jardín y que dividiera éste por zonas estratégicas creando diversas sensaciones al paseante.
Se instaló un sistema de riego automatizado y se colocó malla antihierba y se seleccionaron especies vegetales de bajo y fácil mantenimiento. Todo ello para facilitar los trabajos posteriores.
A continuación el sorprendente evolución de un parque público en un período de cinco años:
Los caminos serpenteaban por el jardín realizando diversos recorridos.
El edificio quedaría integrado con un seto medio a su alrededor. Una fuente encontrada tirada en una escombrera se restauró y se colocó a modo de macetero.
Se jugó con diversos acolchados, gravilla (marmolina y grava volcánica) y corteza de pino.
Las entradas al jardín debían de ser varias para jugar con un entrelazado circuito debido a la estrechez del propio parque.
La zona de césped se continuó invadiendo un poco el nuevo jardín.
En esta entrada al jardín dos estilos muy diferenciados, creando dos sensaciones, a la izquierda césped y a la derecha rocalla.
Esta sería la nueva ubicación ordenada de los contenedores de basura, tapados por setos de aligustrinas variegadas.
A mediados del 2010 las obras terminaron y dio tiempo a un posterior mantenimiento hasta la finalización del proyecto a finales del 2010.
En este inicio del año 2015, volví al municipio donde hacía 5 años estuve formando a un grupo de personas en la restauración de zonas degradadas y paseé por aquel parque que diseñamos y construimos juntos y esto fue lo que me encontré:
Los caminos aún quedaban, las plantas habían crecido, aunque otras no sobrevivieron.
La fuente permanecía pero la vegetación había desaparecido, el colorido de las Cannas de la izquierda ya no existiría.
El colorido de los diferentes acolchados desaparecieron bajo la invasión de hierbas adventicias.
Las entradas quedaban abandonadas, mientras el seto que debería rodear al edificio había quedado desnudo.
Las sensaciones se habían diluido por el paso del tiempo sin un mínimo de mantenimiento.
Solo quedaba la sensación de total abandono del parque.
Aunque la base del mismo, la estructura del propio parque quedó intacta, el diseño aún se intuye.
Todo jardín o parque sin un mínimo de mantenimiento quedará en el olvido y en el más absoluto abandono, por muy bien diseñado que esté, eligiendo especies que requieran el minimo mantenimiento, incorporando elementos que faciliten las labores de desherbado,... Sin una mínima gestión del mantenimiento posterior, el jardín quedará inmerso en el abandono y el olvido.