(Imagen: Wikipedia)
Sin motivo aparente, una planta que empezaba a florecer pierde sus capullos, que caen tras haber florecido, o sin hacerlo. La gardenia y el estefanote tienen tendencia a padecer este trastorno.
• Las causas: la planta está expuesta a corrientes de aire frío. El agua de riego está demasiado fría. La planta recién comprada se transportó en malas condiciones. Se efectuó un trasplante cuando los botones ya estaban formados. Se produce una diferencia de temperatura demasiado brusca entre el día y la noche.
• Los remedios: mantenga la planta apunto de florecer a una temperatura ambiente de 19 oC y una humedad del aire del 60% como mínimo. Aumente la frecuencia del riego y disminuya la concentración del abono.
• Nuestro consejo: tan pronto como una planta se encuentre cubierta de capullos florales, no debe moverla, ni siquiera para regarla.
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Este post es un fragmento del libro Jardinería de Interior, de Larousse Editorial. Si te interesa este contenido, tienes más información detallada aquí: Larousse.es.