-El azul y el lavanda hacen juego con el rosa y se potencian con el amarillo.
-Los rosados forman combinaciones atractivas con grises, blancos y azules. Contrastan con el amarillo.
-El amarillo se destaca junto al azul y al rojo y contrasta con el rosa.
-El color rojo combina con el azul y el blanco, se vuelve monótono entre el rosado y vibra con el amarillo.
-Los pasteles y los colores fríos dan sensación de lejanía. Es el mismo efecto que produce el uso de un solo color claro, como el blanco, lavanda, celeste o azul.
-Los colores cálidos, como el naranja, amarillo o el rojo atraen las miradas y se destacan del resto.
Ahora bien ya aprendimos de colores y combinaciones...¡ahora a poner acción a la palabra!
Podemos agrupar las especies combinadas en lugares estratégicos maceteros, los cuales rompen la monotonía de una terraza o de un patio. Siempre debemos construir un jardín simple y trabajarlo teniendo en cuenta un color o una idea. Una selección de flores amarillas y azules, como los pensamientos y las caléndulas, generan un ambiente muy alegre. Por otro lado, las macetas con dedos (sedum) y siemprevivas (sempervivum) quedan muy elegantes.
Otro TIP: Colocaremos macetas con flores bien brillantes entre las que no lo son tanto, para agregar luminosidad y color al espacio. Para mantener las plantas en buen estado: las regaremos cuando la tierra esté seca; retirando las flores secas y fertilizándolas cuando lo precisen. Disfruta de tus macetas con violetas y narcisos en primavera; con petunias en verano y con cretonas (Coleus) en otoño.
Debemos evitar que las especies muy invasivas como el ribbon grass (phalaris), el blue-lyme grass (elymus glaucus), los bambues y las mentas de todo tipo, se dispersen. Es vital plantarlas en macetas de terracota o fibrocemento y luego enterrarlas al ras del suelo.
Un espacio interior o exterior armado con maceteros atrae mucho la atención. Colocados sin un orden específico, ya sea sobre soportes o distribuidos libremente crean un agradable ambiente informal mientras que las macetas con especies del mismo tipo alineadas con precisión, proporcionan un espacio más formal. Un grupo de grandes maceteros dan la sensación de un jardín armado hace tiempo.
Las plantas que requieren más de una estación para su crecimiento pueden comenzar a crecer en interiores y luego, durante el verano o el otoño, desarrollarse afuera. Las plantas sensibles a las heladas como el laurel o el limón verbena pueden comenzar como plantas de interior en invierno y pasar el verano en el jardín. Asegúrate que en primavera, resistan el periodo de transición donde pasan de recibir una limitada luz solar en interiores a la brillante e intensa luminosidad al aire libre. Esta técnica es la base del concepto del naranjal, que incluye el crecimiento de cítricos en macetas y por lo tanto pueden trasladarse a interiores durante el otoño.