Cómo germinarlo
Después de disfrutar de este beneficioso fruto procederemos a limpiar la semilla. Una vez tengamos el hueso totalmente limpio, buscaremos un lugar cálido y que tenga luz durante todo el día, pero evitaremos el sol directo (a los aguacates les encantan los ambientes cálidos y húmedos, pero el sol directo puede los llegar a dañar seriamente, sobre todo, en su etapa más joven).
A continuación, le clavaremos a nuestro hueso de aguacate 3 palillos y lo dejaremos en un recipiente suspendido en el agua, nos tendremos que asegurar que toda la parte inferior de este queda sumergida. También nos aseguraremos de que el hueso esté hacia el lado correcto puesto que la parte del hueso que tiene que quedar hacia arriba tendrá que ser puntiaguda y, la inferior, más plana, una comparación sencilla sería la forma de un huevo.
La inactividad de nuestro hueso podrá durar de 3 a 6 semanas, tendréis la ligera impresión de que no ocurre nada, pero tenemos que armarnos de paciencia porque le costará mucho pero, con el tiempo, veremos como surgen las primeras raíces.
Condiciones de cultivo
Evitaremos el viento y el frio, ya que estas plantas no podrán sobrevivir a climas fríos o descensos muy bruscos de temperatura. Por tanto, si vives en un lugar donde se producen heladas o nieva con facilidad y te animas a cultivar aguacate lo mejor es qué lo tengas dentro de casa resguardado de las malas condiciones climatológicas.
Mantenimiento
Durante todo el tiempo que dure la germinación tendremos que revisar nuestra futura plantita. Ocasionalmente, revisaremos que no le falte agua y, si es así, aportaremos agua fresca. Tened en cuenta que es importante que el agua no deje de tocar el hueso durante todo este proceso, para estimular la aparición de raíces y no fracasar en el intento.
Por último, decir que, aunque tendrán que pasar varios años hasta que nuestro arbolito nos de unos deliciosos frutos, puede llegar a ser un proyecto divertido y satisfactorio.
Si os ha gustado el artículo y queréis que prepare una guía sobre cómo cuidarlo, trasplantarlo a tierra, provocar que crezca más fuerte y vigoroso e injertarle variedades productoras, solo tenéis que pedírmelo y, en próximos artículos, lo publicaré.