Si no tienes mucha experiencia cuidando esta planta, deberás ubicarla en interiores con poca luz y, si es necesario, llevarla a una habitación luminosa en donde no reciba luz solar de manera directa ni a través de una ventana para evitar que se marchite. En caso de que quieras tenerla al exterior, crece bien en aquellos lugares en donde el sol no le llega de forma directa. Asimismo, las corrientes de aire y los cambios de temperatura pueden perjudicar su desarrollo de manera considerable.
La frecuencia del riego va a depender de la estación en la que se encuentre. Si es verano, lo ideal es regar dos veces por semana. En cambio, el resto del año deberá regarse una vez a la semana o cada 10 días. Se puede aprovechar en la primavera y el verano para agregarle un abono universal líquido, siguiendo las indicaciones del fabricante del producto. Otra opción, es abonarla con guano líquido, mantillo o compost, si es que está en el jardín.
Para que el Lirio de la Paz pueda crecer de manera correcta, lo ideal es cambiarlo de maceta cada 2 o 3 años en la primavera. Ahora que si se quiere plantar en el jardín, ha de ser igual en la primavera, cuando la temperatura mínima sea de menos de 15 °C. Haz un agujero de 50 × 50 cm, vierte un sustrato universal previamente mezclado con perlita a partes iguales y coloca la planta en el centro, procurando que no quede ni alto ni bajo.
La Cuna de Moisés puede tener 3 plagas importantes que son, los ácaros que se alimentan de las células de las hojas y pueden identificarse rápidamente, los pulgones que son parásitos pequeños que se alimentan de la savia de las hojas y las flores y, la mosca blanca que es un pequeño insecto de color blanco que se alimenta de la savia de las hojas.
Al conocer los cuidados que necesita la Cuna de Moisés, será mucho más fácil mantenerla sana y resplandeciente. Así que sólo hay que familiarizarse bien con lo que requiere para poder dárselo.