Su aparición depende de muchos factores, y aunque podamos prevenir su llegada, también es importante conocer los métodos más eficaces para su eliminación.
El método de control más utilizado para grandes plagas es el control químico. Aquí aprenderás todo lo que necesitas saber sobre este método.
¿Qué es el control químico de plagas?
Las plagas en cultivos y jardines son los insectos y animales que forman comunidades alrededor de nuestras plantas y que realizan algún tipo de daño sobre ellas.
Por eso, cuando hablamos de control de plagas nos referimos a emplear métodos que las mantengan a raya o bien métodos que acaben con ellas.
El control químico de plagas utiliza sustancias químicas, generalmente tóxicas o venenosas para disminuir las poblaciones de estas plagas o acabar radicalmente con ellas. Estos productos se conocen como pesticidas o fitosanitarios.
A pesar de que hoy en día podamos encontrar estos pesticidas con las últimas innovaciones químicas, este método ha sido empleado desde hace siglos. Se sabe que algunas culturas como la china utilizaban cal y ceniza para destruir algunos organismos.
Los romanos, por su parte, utilizaban sustancias derivadas del petróleo crudo, nicotina, cobre, plomo y mercurio.
Tipos de pesticidas
A la hora de elegir un pesticida, debemos tener muy presente que el producto no dañe a la planta que intentamos proteger, sino a los insectos pertinentes, ya que en caso contrario estaremos consiguiendo el efecto contrario al deseado.
Podemos encontrar varios grupos de pesticidas:
Los fungicidas, especialmente empleados para la eliminación de hongos.
Los herbicidas, utilizados para la eliminación de malezas, también conocidas como malas hierbas, que absorben el producto desde las raíces y se envenenan con él.
Los insecticidas son, probablemente, los más conocidos, ya que también podemos encontrarlos en supermercados para la eliminación de plagas domésticas. Están orientados al control de insectos, concretamente.
Los nematicidas, menos conocidos, se utilizan para controlar plagas de nematodos que atacan a las plantas.
Por último, los acaricidas se emplean en plantas que sufren plagas de ácaros como la araña roja.
Debemos de tener en cuenta diferentes criterios a la hora de utilizar insecticidas u otros plaguicidas.
Estos criterios son qué producto debemos usar, cómo lo debemos usar y, especialmente, cuándo es el mejor momento para utilizarlo. Aquí te damos algunos consejos para su correcto manejo.
El tipo de plaga que tengamos influye mucho. De hecho, lo ideal sería que conociéramos el ciclo biológico de la plaga, sus etapas y qué tipo de plaguicidas es más eficaz contra ellos y a cuáles han desarrollado una mayor resistencia.
Por otro lado, conocer el cultivo nos ayudará a prevenir reacciones perjudiciales para las plantas ante la presencia de plaguicidas en sus hojas y tallos. Algunos plaguicidas pueden causar daños a la producción o al correcto desarrollo de la planta, por lo que un pesticida cualquiera no vale para todo tipo de cultivos.
El producto que elijamos para realizar el control químico también es muy importante conocerlo. Debemos poder responder a las preguntas: ¿qué reacciones puede causar en esta planta? ¿En qué etapa o fase de la plaga es mejor emplearlo? ¿Puede disminuir la producción? ¿Qué dosis tengo que emplear? ¿Cómo actúa sobre la planta o plaga?
Hoy en día cuando los cultivos con plaga son abundantes, podemos echar mano de algunos equipos de aplicación de estos pesticidas como fumigadoras. Aunque este tipo de máquinas facilitan mucho la labor, debemos conocer su funcionamiento si optamos por emplearlas.
No hay que olvidar, asimismo, tener en cuenta el clima que hay en el momento de la aplicación, pues cada pesticida reacciona de una manera con factores como la lluvia, el sol o la humedad. No olvides consultar la efectividad del producto en estos casos.
Estos consejos te ayudarán a controlar este método y a que, además de que resulte efectivo, no tenga demasiados efectos secundarios.
Recuerda que las aplicaciones inadecuadas pueden causar daños muy graves como quemazones, intoxicaciones o incluso pueden hacer que la plaga desarrolle la resistencia al producto.
¿Qué desventajas tiene el control químico?
Las ventajas son muy claras: coste bajo, facilidad de aplicación y generalmente, eficacia. Sin embargo, también tenemos que tomar en consideración una serie de desventajas que acompañan al uso de pesticidas.
Lo más importante que tienes que saber es que estos productos son tóxicos, y no lo son solo para los insectos o animales que queramos eliminar, sino también para aquellos organismos que pueden resultar beneficiosos para la planta. Por eso, recomendamos el uso de pesticidas selectivo que tienen un alcance más restringido y enfocado a lo que se quiere eliminar.
Por otra parte, como ya hemos dicho podemos provocar que los insectos en cuestión desarrollen resistencia al producto químico. Por eso, los pesticidas suelen ser eficaces solo durante un tiempo.
Los pesticidas también dejan restos o residuos sobre el terreno, lo cual resulta contaminante para el medio ambiente.
Por último, no hay que olvidar que este tipo de productos se aplican sobre los alimentos que finalmente los seres humanos vamos a consumir.