¿Cuántos kilos de setas puedo recolectar sin ser multado?

Seguro que como setero te habrás planteado alguna que otra vez alguna de las siguientes preguntas: ¿cuantas setas silvestres puedo recolectar?, ¿la limitación afecta a todos y en todas partes?, ¿las limitaciones en España son iguales o cambian por comunidad?, ¿me pueden multar si me paso de kilos?, ¿afecta negativamente al micelio en la productividad de setas el hacer una gran recolecta?, ¿son antiecológicas las grandes recolectas?, realmente ¿que porcentaje de setas de interés culinario se quedan en el monte sin recolectar?

Aumento de regulaciones y normativas que limitan el cupo de recolecta de setas silvestres

Cada día somos testigos como se incrementa el número de municipios, provincias o regiones que deciden regular la gestión del recurso micológico de sus montes ante la presencia masiva de recolectores en un buen año de setas.

Pero no se ha dado de forma exclusiva el acotado micológico como iniciativa de instituciones públicas. Existen diversas fincas cuyos propietarios han decidido, bien para uso propio o bien para la venta de permisos, el reservarse el derecho de explotar el recurso micológico que ofrecen sus tierras.

Esto ha llevado a que se incremente de forma paralela el establecimiento de controles en carreteras y pistas forestales por parte de los agentes forestales y el Seprona. La intención de estos controles surge como medida de freno ante el saqueo por parte de pequeños grupos de recolectores furtivos.

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Normativas y sanciones por exceder el cupo de kilos de setas/persona/día

Si nos vamos al Código Civil, donde se definen los aspectos jurídicos de la figura de la propiedad y de la explotación de esta, en su artículo 353 nos dice lo siguiente: “La propiedad de los bienes da derecho por accesión a todo lo que ellos producen, o se les une o incorpora, natural o artificialmente”. Existen varias sentencias en esta línea, que dejan bien claro que el dueño de las setas es el dueño del terreno donde crecen, así quedó respaldado por la vigente Ley de Montes 43/2003 de 21 de Noviembre, en su artículo 36.1 que dice: El titular del monte será en todos los casos el propietario de los recursos forestales producidos en su monte, incluidos frutos espontáneos, y tendrá derecho a su aprovechamiento conforme a lo establecido en esta ley y en la normativa autonómica.

Queda claro pues, que el dueño de las setas (que es un predio de la finca como fruto espontáneo, hablando en términos jurídicos) es el dueño del terreno donde salen, por tanto, los acotados se limitan a las fincas titularidad de la persona o entidad pública o privada que los gestiona y acota. Pero de estos mismos artículos del Código Civil y de la Ley de Montes también se desprende claramente, que la única persona que puede prohibirnos o limitar nuestras recolectas es el dueño de la finca, sea esta persona particular, empresa o entidad pública (véase sentencia de junio de 2010 del Juzgado de Instrucción número 4 de Vinaroz -Castellón-). De este modo, para que se haga una prohibición firme ha de hacerlo saber de forma expresa el que prohíbe, o sea, el titular de la finca donde salen las setas o el que la gestiona.

Actual Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes

¿Me pueden multar por pasarme de kilos de setas recolectadas?

Pues aquí viene el problema, sí y no, es decir, te pueden y no te pueden multar según sea el caso. Vamos por partes pues. Tenemos por un lado que el dueño de los terrenos es el que decide si en su terreno prohíbe la recolección de setas silvestres, así que si el dueño lo prohíbe expresamente no tenemos más remedio que acatar su mandato y marcharnos a un lugar que no esté prohibida la recolección. En este caso, si nos negamos a irnos y llama al Seprona o Agentes forestales podemos tener un serio problema, puesto que prohíbe expresamente el episodio de recolecta de setas a personas no autorizadas. Por otro lado, tenemos los acotados públicos, en estos casos suelen ser cotos y parques micológicos que cobran por dar un permiso para poder recolectar en los montes de su propiedad.

Ahora, hay diversas normativas sobre la recolección de setas silvestres. Las hay de Comunidades autónomas, provincias, comarcas o municipios, así que el lío está servido, puesto que te ves obligado a tener que saber cuales son las limitaciones de cada zona. Entonces, ¿estas normativas reguladoras afectan a todas las personas y zonas por igual? siempre hablando dentro de su marco territorial de aplicación. Pues no, eh ahí la ambigüedad de la aplicación de la Ley. ¿Cuándo realmente pueden multarme por pasarme de kilos de setas silvestres recolectados? Pues siempre que estés en una zona acotada (con permiso claro está) y te pases de las limitaciones legales que rijan en cada sitio. Es decir, si estás en Aragón hay un límite de 3 Kilos/persona/día, pero este límite sólo es para los montes de utilidad pública. O sea, que si estás en un monte privado no tienes límite de recolección y por tanto no pueden sancionarte, sería abuso de autoridad y prevaricación por parte de los Agentes forestales o Guardia Civil que lo intentare, puesto que está falseando la comisión de un inexistente delito, ya que no tienen autoridad para limitar la recolecta en suelo privado, no hay más.

Guardia Civil inspeccionando la recolecta de un recolector

Las grandes recolectas, ¿afectan negativamente a la productividad de los micelios?

La gran mayoría de personas reaccionan negativamente cuando ven una foto de una gran recolecta. Suelen tildar de “arrasadores”, “esquilmadores”, “antiecológicos” a las personas que muestran sus grandes recolectas con cara de orgullo y satisfacción, espetándoles que su actitud es la que hace que se terminen las setas, pero ¿cuánto de cierto hay en ello?, ¿deja de salir una seta silvestre cuando se recolecta en grandes cantidades?

Está claro, que tras los años de experiencia en el monte vas viendo como hay recolectores profesionales que cargan ingentes cantidades de cajas de setas silvestres en los montes, y año tras año, siempre y cuando se hayan dado condiciones de fructificación, vuelven a los mismos lugares a seguir recolectando setas.

También hay otros recolectores, de carácter furtivo, que solo van a lo que van, que no ven al recurso micológico como algo a respetar y mantener como pan para hoy y para el futuro, si no todo lo contrario. Esquilman el monte y dejan todo patas arriba cual rebaño de borregos en plena estampida.

Hay otros (hablando ahora de domingueros no seteros) que se dedican a patear y pisotear cuanto ser fúngico ose cruzarse a su paso, como el caballo de Atila. Y es gracioso que muchos de ellos se consideran “superamantesdelanaturaleza”. La pregunta en este caso sería ¿qué preferimos 300 hoolingas pisando y pateando setas y que terminan reventado el monte, o 30 recolectores que aman el monte y lo respectan y lo dejan intacto a su paso? Lo único que se sabe que esquilma los setales es la sobreexplotación sin dejar márgenes de recolecta y sin respetar tamaños, así como el excesivo apisonado del suelo, que termina por asfixiar a los micelios.

Foto de una productiva jornada recolectora de 3 recolectores

En el monte hay setas de sobra para todos

Lo mejor es que la gente suele hacer comentarios tales como “normal, luego voy yo y no queda ni una, con esas recolectas a ver quién coge algo”. Y la verdad que suenan más a palabras necias que inteligentes. La ignorancia y el desconocer datos hace que hagamos comentarios desacertados.

Muchos recolectores de sillón solo salen cuando oyen o ven, pero no hacen su trabajo en casa viendo pluviómetros, investigando posibles zonas fructíferas, compartiendo información con otros compañeros. Claro, cuando se enteran y van al sitio la florada del micelio se ha pasado o ya ha sido recolectada en su mayoría.

Para hablar con propiedad hay que saber el dato que la gran inmensa mayoría de las setas recolectables se quedan en el monte terminando su ciclo biológico porque nadie las ha recolectado. Así que en lugar de seguir criticando a los demás, ten en cuenta que por ello no se terminan las setas, hay de sobra en el monte, otra cosa es que todos decidamos ir al mismo monte, por eso la importancia de investigar y estudiar para evitar la masificación de las principales zonas recolectoras. Tenemos que dejar que cada uno recolecte lo que necesite, siempre y cuando lo haga con respeto y delicadeza, sin dejar huella, que el monte no se resienta por ello. En mi caso depende de la seta, tengo más o menos afán por recolectar más o menos cantidad, ya que hay setas que las consumimos en casa todo el año y el año es muy largo y además, no todos los años son buenos. Eso ya por no hablar de familiares, amigos y conocidos que apadrinan tus setas con gusto, setas que seguramente de no haberlas recolectado se hubieran podrido en el monte sin ser aprovechadas.

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